Cuando leí la, habitualmente acertada, crítica del señor Pablo Kurt de El hombre tranquilo, cuando vi que John Ford había ganado el Óscar a mejor director, cuando vi que la película estuvo nominada a Mejor película, cuando leí tantísima crítica favorable, cuando leí tantísima crítica "profesional" alabándola, cuando entré en Filmaffinity y vi que tenía una nota superior al 8, cuando me enteré de que se habían escrito libros y ensayos sobre la película, cuando vi Qué grande es el cine y escuché a Garci decir que El hombre tranquilo tiene una calidad insuperable, que es una película que te salva la vida, que te salva el cuello, que es una película que transmite una jovialidad y una alegría enorme, que la música y la fotografía son brillantes, que es una película única, que en esta película se dice el mejor "buenos días" de la historia el cine o que hay escenas sublimes, nunca, nunca, nunca imaginé que se tratara de un documental sobre el hombre de cromañón.