Esta película ha pasado sin pena ni gloria por el mundo de la animación, algo que es totalmente injusto. La ruta hacia el Dorado es una muy buena cinta, de esas que puedes ver una y otra vez sin cansarte porque es tremendamente divertida.

La historia es atractiva y está bien desarrollada, el ritmo no decae, tiene grandes momentos musicales (enorme compositor), la ambientación es fantástica... pero sobre todo, y ante todo, tiene a la pareja protagonista, Miguel y Tulio. Qué personajazos, qué gran acierto. La película se sustenta sobre esta pareja que con su extraordinario carisma podría sacar adelante cualquier historia.

Resulta casi imposible ver esta película y no disfrutarla, no reírte con ella, no simpatizar con los protagonistas o no deleitarse con sus canciones.

Tenemos, además, a la chica más sexy del mundo de la animación, a Hernán Cortés, el juego de la pelota, España...

La ruta hacia El Dorado es una película que me encanta. Nuna me cansaré de verla, nunca dejaré de disfrutarla, nunca dejaré de recomendarla y nunca dejaré de emocionarme con la escena en la que Miguel se envuelve de las personas que habitan en esa región. No es esta una de las escenas que más me gusta de la película, es una de las que más me gusta del cine de toda la historia.