No habíamos llegado aún al final de la primera década del siglo XXI cuando los galácticos jugaron su último partido. Ya habían pasado unos años desde el comienzo de este proyecto plagado de estrellas, el público ya pedía algo más y no únicamente ver caras famosas y guapas, la máquina de hacer billetes seguía funcionando, pero la cosa ya no daba más de sí.

Es cierto que como entretenimiento, para pasar el rato, no estaba mal, siempre podías ver al equipo galáctico una tarde de sábado o domingo, comiendo un buen bocata de salchichas o unas pipinas. Eso sí, era mejor no verlos con tu pareja, pues el contraste físico contigo no tenía piedad.