Ciñéndonos a la película como obra cinematográfica su calidad deja mucho que desear, aunque no me quiero ni imaginar cuántos días sin dormir podría haber pasado si la película estuviera a cargo de un director decente e interpretada por unos actores decentes.
El tema daba para mucho. Ese terror sugerido de no ver qué está pasando pero poder figurártelo es muy grande.
No sé a vosotros, pero a mí no me hace ninguna gracia el tema de que mientras duermes puede venir algo y hacerte cualquier cosa para luego despertar y no recordar nada pero encontrar evidencias de que algo pasó allí. Me da bastante grima.

La tan criticada forma de documental que intenta aparentar ser real a mí no me molesta especialmente, pero creo que era redundante: si ves una película lo normal es que te intentes meter en ella y creerte todo lo que te cuenta, si no, ¿para qué la ves?
Algo que falla descaradamente es el montaje, eso sí.

A pesar de todo, yo reconozco que los primeros 20 minutos aproximadamente han sido los más aterradores que he visto nunca en una película de terror. A partir de ahí se desmorona.

Un saludo.