El protagonista es un ejemplo de la contradictoriedad que la sociedad nos crea. Danny Balint nacido judío y educado en una sinagoga, pone en cuestión muchos dogmas de su religión que no le convencen. Como cualquier tipo de imposición, es violencia (mental). Este odio a la imposición acaba por hacer que se vuelva contra "los suyos".

La película me sorprendió gratamente, pues no esperaba encontrarme ante tantas ideas trabajadas. De la mayoría de diálogos se pueden extraer reflexiones si se sabe leer entre lineas, se podrán extrapolar muchas situaciones a hoy en día, donde las cosas no son tan claras como creemos, a pesar de que pensamos que siempre han sido así. En ocasiones, y salvando las distancias, nos podemos identificar con los sentimientos contradictorios del protagonista.

Hay muchos ejemplos de personas que odian a otros colectivos siemplemente por el hecho de no entenderlos, esta película pone el ejemplo del antisemitismo, pero puede aplicada a otros contextos. En cuanto a la relación odio-intolerancia.

Balint busca un dios que no ve, pero le dicen que está ahí. La toma con los judíos. Y focaliza los problemas hacia ellos. Pero, ¿son judíos son el problema?

Muchas críticas tienden a compararla con American History X, y me parece injusto. Allí el protagonista tiene que entrar en el cárcel para ver que el odio que sentía hacía otras razas carecía de sentido. Y ya está, el mensaje es que todos somos iguales.

En The Believer, Balint es el resultado de la búsqueda frustrada de respuestas. En este film sí se profundiza dentro de la psicología del protagonista, y hasta cierto punto explica de una manera 'racional' porque está donde está.

Hay que verla con la mente abierta y ponerse en la piel del malo. No justifico su comportamiento, pero hay que valorarla por como trata los temas de los que habla.

No hay que menospreciar el final, me parece muy interesante.