Tal como sucediera con "Anabelle", nuevamente echamos de menos la mano de James Wan en la dirección para "Demonic", ya que los obvios resultados nos harán replantear la posibilidad de pagar la tarifa o gastar siquiera una valiosa hora y media de nuestras vidas para ver un siguiente proyecto suyo.

Cinco universitarios en plan Scooby-Doo se encierran en una mansión abandonada para traer del más allá lo que no tienen que andar trayendo y, ¿qué cree?, cosas terribles les ocurren: los espantan, los matan y el de carita bonita sobrevive. Y como tal trilladez no supone ninguna novedad para el género, lo más interesante será entrelazarlo con un drama policial en búsqueda de lo que ocurrió en la casa.

Pues a diferencia de sus casos similares, "Demonic" está lejos de entretener, y salvo sus últimos cinco minutos y un par de secuencias que recuerdan que en el reproductor hay una película de terror, es completamente nefasta. Regulares actuaciones, un ritmo soporífero y mucho bostezo.

Me atrevería a decir que Wan en su silla de dirección no lo hubiera permitido, pues a pesar de todo deja a su final esa "sorpresita" para aliviar un tanto el coraje y , con seguridad, el asiático hubiera hecho un poco más llevadera la agonía que el metraje llega a causar.

LO MEJOR: Sus últimos cinco minutos.
LO PEOR: Todo el resto.