Aquí nos encontramos un gran ejercicio cinematográfico por parte del gran maestro del suspense Alfred Hitchcock, de realizar toda la película como un plano secuencia. Haciendo la película más similar a una obra de teatro, que es el material original que toma para la realización de esta obra y no de forma directa los hechos acontecidos en la vida real. Que hay que destacar que son fácilmente apreciables los paralelismos si se conoce la historia real, a pesar de tener que tomarse ciertas licencias para justificar que todo suceda en una habitación, incluso el final que algunos atacan al director que no tuvo la suficiente valentía para realizar un final que sería considerado más injusto, en realidad los asesinos acabaron de la misma forma que nuestros protagonistas.

El problema que veo a esta película es que no hay suspense hasta el final de la película, debido a como está planteado. El primer acto podría ser una presentación de los perpetradores del crimen y el segundo como estos se justifican por el delito que han cometido frente a los familiares del asesinado y así sentirse más superiores por cometer una atrocidad. Pudiendo tener más interés esta parte para el estudio psicológico de un criminalista que para mí como espectador. Y la inteligencia desproporcionada de Rupert te saca de la película, es un profesor de instituto, no es Sherlock Holmes

En conclusión, es una gran película, el problema ha sido las expectativas que había puesto sobre ella, ya que la idea que plantea es muy interesante. Pero a pesar de que la historia no haya sido de mi agrado, si ha sido la ejecución de esta, y la cual hace que merezca el visionado de esta obra.