Esta película tiene un mensaje claro y la vez contradictorio que quiere hacernos creer y no me gusta nada, todos se llevan de maravilla, ponemos al típico sargento con malas pulgas y un coronel valiente y todo funciona... y no nos olvidemos de sus esposas preocupadas sacando la lágrima fácil.
Lo único que me gustó fueron las escenas de acción, por su realismo.

El reparto está totalmente desperdiciado, Greg Kinnear no viene a cuento, Sam Elliott solo pone cara de cabreado, Chris Klein está más perdido que Wally, Mel Gibson está correcto, aunque yo destacaría a Barry Pepper.

En fin, una película simplona, que desprende un patriotismo barato y contradictorio.