No me importa que a los cinéfilos no les parezca una gran película, yo creo que es deliciosa. El amor en el siglo XXI puede ser más complicado que en el XX y a lo mejor sólo lo entienden los adolescentes. Creo que la película está recomendada especialmente para los que están empezando a andar y tienen todo por delante.
Narrada en uno de esos rincones abandonados del EEUU industrial, tan adecuados para la estética indie, al estilo de la serie "Esta mierda me supera", pero sin otro poder que la inteligencia frente al catetismo reinante en el pueblo. Un ambiente que no llega a ser opresor porque la película es suave hasta en eso y casi no se nota. Tres jóvenes se encuentran y desencuentran sin que pueda contar más para no destripar la película, aunque en realidad no importa mucho el hilo de lo que sucede (se podría resumir en una frase) sino como los personajes, sobre todo la actriz principal, Leah Lewis, que me parece la alter ego de la directora Alice Wu, lo ve todo alrededor.
Hay también una escena inesperada hacia el final que si te parece lenta la película, sólo por ella habrá merecido la pena verla hasta la conclusión. No respiras aliviado, pero tan poco das todo por perdido.
Me gusta mucho la fotografía, realista pero con un cierto tono pastel. Y también la banda sonora es excelente sin llegar a caer en el empalagamiento y con ciertos toques de homenaje a los mayores de cincuenta.