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España España · Tarragona
Voto de XuCoOo:
6
Comedia Como la mayoría de las madres modernas, Amy cuida de todos menos de ella misma. Su vida se compone de un matrimonio feliz, hijos de sobresaliente, una casa preciosa y un pelo perfecto los 365 días del año. Pero todo esto es solo apariencia, y Amy está a punto de estallar: sobrecargada de trabajo y de compromisos, demasiado cansada para aguantar una sola petición más, decide arrastrar a otras dos madres superadas a un atracón de locura, ... [+]
14 de septiembre de 2016
16 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bajo la apariencia de madre modélica, Amy (Mila Kunis) se ha echado toda su familia a la espaldas. Su marido es un desgraciado (en MALAS MADRES se lleva todo al extremo y los hombres se llevan hostias por todos lados, es lo que hay), su hija es medio superdotada pero no hay quien la entienda, y su hijo todo lo contrario. Amy les hace los deberes, limpia la casa, hace la compra y además trabaja en una empresa donde ella es la más vieja. Nadie a su alrededor toma responsabilidades y, claro, al final todo explota.

Con un humor que excede la grosería, bromas sobre sexo y demás, MALAS MADRES no es una película para niños, así que no se os ocurra verla con ellos, mejor dejarle con el padre y llamáis a una amiga para que en cada escena os sintáis libres de comentar la jugada. Porque desde luego que vais a sentir mucha empatía con la protagonista y sus amigas. Una de ellas (Kristen Bell) tiene cuatro hijos y un marido dictador, es la típica madre chacha. Después tenemos a otro perfil más agresivo (Kahtrin Hahn) que es todo lo contrario: no se interesa lo más mínimo por su hijo y se dedica a tirarle los trastos a todos los maridos de las madres del colegio. En fin, que las amigas se las traen.

La presión que sufre la madre actual, con las redes sociales y demás, donde la perfección se exige, es algo muy a tener en cuenta. Todo se cuestiona y, además, se ven obligadas a ceder ante dicha presión. Porque, claro, ser la oveja negra del rebaño está mal visto. Si los amigos de mis hijos se apuntan a fútbol, él también ha de estar, si hay reuniones de padres hay que ir o quedas mal, si ahora la ropa se lleva así hay que comprarla, y si los deportivos de moda se llevan pues hay que hipotecar la casa para comprárselos aunque se los ponga tres veces el crío. Pobre angelito. Al final, la sociedad no se da cuenta de que esa presión lo único que provoca es que se creen pequeños dictadores. Niños que patalean hasta que consiguen lo que desean y aprovechan cualquier resquicio moral en sus padres para sacar tajada.

En MALAS MADRES las tres mujeres, hartas de tanta presión, deciden sacudirse a base de fiestas, ligues y ¡oh, qué fuerte!, exigir a sus hijos de hagan ellos los deberes y se preocupen de lo que es suyo: hacer la cama, hacerse el desayuno y demás cosas que se supone que deberían hacer y no hacen porque la madre se lo ha estado haciendo toda su vida. Es decir, los hijos abandonan el puesto acomodado de inútiles en funciones y pasan a tomar el control de su propia vida. Y, lo que es más fuerte de todo, ¡no les pasa nada! Son completamente capaces de hacerlo. Resulta que esos pequeños dictadores todavía tienen arrreglo. Y se llama educación.

Y es que, queridas madres, no hay una manera perfecta de educar a los hijos. No lo intentéis, no vais a serlo. Lo único que podéis hacer es intentar adaptaros a ellos (lo que te vale para uno no te valdrá para el otro, como bien se explica en la película) y manteneros firmes en vuestras decisiones. Si es no es no, y que sepáis que ningún niño ha muerto por haberle negado algo. El apoyo del padre es fundamental, claro, aunque en MALAS MADRES son un cero a la izquierda.

Jon Lucas y Scott Moore han hecho de MALAS MADRES una comedia ideal para pasar un buen rato, con un reparto inmejorable y buenas dosis de humor para madres saturadas. Me atrevería a decir que es de lo mejor que ha hecho Mila Kunis, que dota a su personaje de carisma. Sus secundarias, Kristen Bell y Kathrin Hahn tienen sus puntazos y son unas compañeras ideales. Las tres actrices se lo han pasado bomba durante el rodaje y eso el espectador lo nota. El humor, como ya he dicho antes, no es apto para todos los públicos por la cantidad de referencias sexuales y los litros de alcohol que se mueven en las fiestas que montan. En este caso podéis ser buenas madres y no llevar los niños con vosotros.

En definitiva, MALAS MADRES es un buen toque de atención a la sociedad. Una película de extremos que hará pensar a más de uno (ya me dirijo a padres también) sobre qué es lo que está pasando en casa con los hijos. ¿Podrá la sociedad dejar de crear pequeños dictadores? Lo dudo, pero al menos os daréis cuenta de que no existe la perfección y que la educación no es algo de resultado inmediato. A veces una "colleja" o un NO a tiempo pueden salvar el futuro de tus hijos.
XuCoOo
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