Yo cuando vi la película me esperaba algo mejor. Sabía que no era gran cosa y que cometería enormes meteduras de pata, pero confiaba en que la película tuviera una historia más o menos verosímil y atractiva que acabara con un final que dejara un buen sabor de boca. Pero en ambos puntos me equivoqué. 'En el punto de mira' es una de esas pelícuas que, por muchas vueltas que quieran dar, acaban exactamente donde uno ve que van a acabar, una de esas historias en las que los malos, muy malos, ni si quiera tienen un verdadero plan. Su único objetivo es el que se ve al principio del film, sin dobles lecturas ni auténticas sorpresas.
Por su puesto que me mosqueó bastante el hecho de que la Salamanca de Unamuno y la universidad más antigua de España, esa que tiene una plaza Mayor barroca bastante conocida (fue el auténtico gancho de la película), nos la sitúen en algún país latinoamericano en el que la gente sabe hablar inglés sin problemas y que además tiene un... ¿zoco árabe? Pero vamos a ver, ¿de verdad los realizadores de la película se pensaban que nadie se daría cuenta de estas cosas? Quizás en Estados Unidos no, ya que para muchos cualquier cosa fuera de sus fronteras es algo extraño y sin interés, pero la película la iban a lanzar en muchos otros países, entre ellos España.
Fui a ver la película ya avisado de estos «pequeños» matices, como ya he dicho pensando que la película merecería la pena, aunque fuera como película de acción o intriga. Pero cuando terminé de verla y reflexioné un poco en lo que acababa de ver, me di cuenta de que apenas tiene historia. Por eso te cuenta lo mismo una y otra vez. No porque cada vez te quiera explicar algo nuevo, sino porque si te lo contara de forma lineal la película no duraría ni media hora. Y uno acaba cansado de ver volar la plaza Mayor una, y otra, y otra, y otra vez. Me decepcionó incluso cuando no esperaba mucho de ella.