Antes de nada, adoro la película, pero el desarrollo de la película va mas hacia “Infierno en el Pacifico con Lee Marvin y Toshiro Mifune, de John Boorman” que al relato en que se basa.
La película viene precedida por el superéxito del director con “La historia interminable” y, anteriormente, con la película de culto “El submarino”.
Según cuentan el rodaje fue bastante accidentado por las escenas al aire libre, las localizaciones, y por la búsqueda del actor-niño-drac, que no aguantaban las pesadísimas hora de maquillaje. Este ultimo por el genio de Chris Wallas, impresionante la transformación en esos seres casi reptiles, con el rostro sin fallos pero totalmente expresivos.
Los actores muy bien, destacando Gossett.
La música ayuda mucho, una banda sonora de Jarre, melódica e intimista y llena de aciertos.
Así como el relato es intimista, aquí el film es espectacular, brillante pero los escenarios y los efectos especiales dejan mucho que desear. Un poco peor que el relato original.
Hay que reindivicar esta cinta en el panorama de la ciencia ficción cinematográfica, merece algo más de como la han tratado.