Otro experimento cinematográfico fallido, técnicamente es impresionante, hasta el más pequeño chorrillo de sangre parece tener 9 megapixels, pero tanta imagen radicalmente tratada (ni en el concurso de mister universo se ven tantas abdominales!) llega a cansar a la vista, vamos, que para alguna intro de juego de playstachon 5 está cojonudo, pero no para una película.
Al margen de la estética, la trama transcurre entre batallitas al más puro estilo Matrix con imágenes ralentizadas (para que no te pierdas el ciclo completo de una cabeza recién cortada) y gritos del protagonista apoyando a sus guerreros al estilo de William Wallace o Máximo Décimo Meridio.
Nada más, si quieres ver sangre, cuerpazos photoshopeados y batallas, esta es tu película.
Si por el contario buscas algo más profundo, alquílate sonrisas y lagrimas.