"La montaña embrujada" es la típica película que si por mí fuera debería salir directamente en DVD o ser carne de telefilme los domingos de sobremesa en Antena 3, nunca jamás debería proyectarse en las salas de cine sin al menos matizar que es para un público infantil. Si bien es cierto que las productoras tienen que dar luz verde a películas para todos los diferentes sectores de público, que una persona mayor de edad pague 7 euros por ver esta castaña, excepto que quieras llevar a los peques al cine, tiene mucho delito en los tiempos de crisis que corren. Tampoco quiero hacer demasiado hincapié en esto, ya que personalmente la he visto en mi casa y no me ha costado dinero, pero si hubiera pagado por la entrada de este bodriete del tres al cuarto, sería mucho más despiadado con esta crítica de lo que lo voy a ser.

El género del filme es una mezcla de aventuras y ciencia-ficción, donde un taxista de Las Vegas (Dwayne "The Rock" Johnson), recoge sin quererlo ni beberlo a dos jóvenes con poderes sobrenaturales. Cuando descubre que son alienígenas y que la única forma de salvar el mundo es ayudarlos a llegar a su nave, solamente contará con la ayuda de una astrofísica de segunda fila (Carla Gugino), en una carrera contra con el gobierno, la mafia y un ser extraterrestre que intentarán darles caza a cualquier precio. Es fácil imaginar leyendo la sinopsis lo que te espera: un guión de lo más tontorrón, muchas persecuciones, tiros, diálogos inocuos y efectos especiales bastante cutres. Siendo objetivo, esta película es mala, pero mala con avaricia, no tengas la más mínima duda de que "esto" es un subproducto totalmente prescindible. El problema de este tedio no es el guión, ni los actores, ni siquiera el director o el montaje, es algo mucho más profundo y que afecta desde lo más hondo al mundo del cine en Hollywood. El problema es que las productoras no dejan de invertir en cintas comerciales que solamente cuentan con actores cachas, actrices que están buenas y lo aderezan todo con muchos efectos especiales, que dicho sea de paso, cada vez emplean menos dinero en ellos. Al no importarles un carajo que el guión sea una mierda o que las interpretaciones sean horrendas, por lógica el resultado en la mayoría de los casos no puede ser bueno. "La montaña embrujada" es un claro ejemplo de ello, un desastre que es para llevarse las manos a la cabeza, un Truñaco que ni siquiera llega a resultar entretenido.