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España España · Almería
Voto de Antonio:
8
Drama Biografía de la filósofa judío-alemana Hannah Arendt, discípula de Heidegger, que trabajó como periodista en el juicio a Adolf Eichmann, el nazi que organizó el genocidio del pueblo judío durante la II Guerra Mundial, conocida por "la solución final". (FILMAFFINITY)
10 de marzo de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hannah Arendt es una película sobre el nazismo que se me pasó a pesar de ser uno de mis temas favoritos, ahora que la cartelera no es muy atractiva la pude rescatar.

Lo primero a destacar es que se trata de una cinta técnicamente muy bien rodada, y que resulta amena a pesar del tema algo espeso, parece más de un estilo americano que europea. Todos los actores están a gran altura, destacando la protagonista. En la película también se intercalan imágenes reales del famoso juicio al criminal nazi Adolf Eichmann, o también unos pocos y breves flashbacks de la protagonista, quedando muy integrados en el guion o sin romper la trama principal que es el proceso que vivió la propia protagonista y la posterior polémica cuando escribió sus ideas filosóficas sobre el caso, la famosa "banalidad del mal".

Aunque a la cinta no se le pueden poner pegas a nivel cinematográfico, sin embargo hay un par de cuestiones criticables, en primer lugar la falta de una explicación de la separación de Arendt con su maestro y amante, el filósofo alemán Martin Heidegger, ya que no se menciona explícitamente que apoyó al nazismo o la autora presupone que los espectadores ya le conocen, y además se le disculpa por seguir el modo de actuar o el pensamiento propio en el ámbito político. La propia Hannah Arendt le defendió, pero otros muchos le acusaron de haber colaborado con el nazismo durante los primeros años, siendo un caso parecido al del científico y Premio Nobel Werner Heisenberg, que aceptó dirigir el intento nazi por obtener un arma atómica, al mismo tiempo, en un acto que solo puede ser clasificado como traición y que ponía seriamente su vida en peligro, Heisenberg habló con el danés Niels Bohr, de madre judía, sobre el proyecto de bomba atómica alemana e incluso le hizo un dibujo de un reactor. O más similar es el caso del psicoanalista Carl Gustav Jung, puesto al frente de la psicología nazi para sustituir a la escuela del judío Freud. Jung creó una teoría de la psicología en sintonía con la ideología nazi, y al mismo tiempo colaboró con la CIA (la OSS en aquella época).

En segundo lugar, son más que criticables las dos posturas más polémicas de Arendt, la banalidad del mal y la colaboración de los consejos judíos, por mucho que comulguen con muchos pensadores modernos o con la izquierda, o también con algunos afines al nazismo. La idea de la "banalidad del mal" la han generalizado, cuando está basada en las declaraciones de un individuo, que perfectamente podía estar mintiendo durante todo el juicio, como es muy habitual entre los adeptos al fascismo y al nazismo. Mientras que culpar de colaboración a los consejos judíos, otra de las habituales excusas que emplean los adeptos a ideologías antisemitas, tampoco se sostiene porque realmente poco pudieron hacer, aunque sí que hubo algún caso individual deleznable. O también porque fueron deportados y asesinados los judíos en todos los países ocupados sin ninguna necesidad de consejos judíos, desde Francia, con la colaboración del gobierno del fascista Petain, hasta los países de Europa del Este, con los conocidos gobiernos colaboracionistas que estaban integrados en las filas alemanas casi como uno más, como los nazis ucranianos o lituanos que fueron conocidos por ser igual o más criminales que los nazis alemanes. O en Polonia los católicos polacos organizaron "muto proprio" pogromos en pueblos en los que asesinaban a la totalidad de sus vecinos judíos, a los que los polacos acusaban de colaborar con la invasión comunista durante el pacto de Hitler con Stalin, también la propia población católica polaca, con el visto bueno de las autoridades políticas, policiales y religiosas polacas, asesinaron con sus propias manos o delataron se estima que a 200.000 judíos que trataron de esconderse al comenzar los nazis con las deportaciones a los campos de exterminio polacos.

En cualquier caso, los defectos son disculpables al ser una película centrada en Hannah Arendt, muy interesante y más que recomendable.
Antonio
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