Un solitario teniente de la Unión, (muy bien interpretado por Kevin Costner) es destinado por petición propia a un remoto puesto fronterizo del Oeste, al limite con los territorios indios. En aquél solitario y agreste lugar en absoluta comunión con la naturaleza, aprenderá como convivir con los Sioux ganándose su respecto y identificándose de pleno con ellos.
Bailando con lobos no es un western aunque lo parezca, es un drama épico cargado de lirismo y poesía que refleja la lucha diaria de los pueblos indios por la supervivencia, en este caso el Sioux, con un modo ancestral de entender la vida que la civilización del hombre blanco se llevó por delante. La existencia sencilla y ligada a la naturaleza de los indios, está plasmada en esta película con un realismo que nos transporta de lleno a un pasado muy lejano e irrepetible, con unos espacios naturales de una inmensidad, grandeza y soledad sobrecogedores.
El film cuenta con un metraje amplio pero no le sobra ni un solo minuto, tiene secuencias brutales pero necesarias para entender el odio mutuo de dos culturas bien opuestas y antagónicas.
Totalmente recomendable e imprescindible.