En su día 'Demolition man' era una película futurista simplona y puramente comercial que estiraba de forma paródica todas las locas ideas que en los jóvenes noventa brotaban de los agoreros de las revistas científicas.

Aquellas revistas de pseudociencia que vaticinaban que los coches volarían, la reproducción sería asistida, el sexo sería intervenido por la tecnología y nuestros ojos estarían pegados a una pantalla.

Todo eso iba a ser aproximadamente en unos cuarenta años.

En menos de treinta ya teníamos cumplidas casi todas las profecías de esta película. Merece la pena enumerarlas.

Predicción I: el terror tecnológico

Esta es la primera pero más evidente y fácil predicción que los guionistas vislumbran en el futuro cercano: una sociedad totalmente dominada por la tecnología donde los vehículos se conducen solo. La película fue extremadamente acertada y realista al descartar la estupidez de los vehículos voladores: en el futuro los vehículos no volarían, pero sí se manejarían solos.

Las reuniones en la película se hacen por videoconferencia. El sexo se hace de manera virtual. Todo se controla por voz. La banca está totalmente centralizada y opera por Internet. No existe el dinero en metálico.

Predicción II: Cancel Culture

La progresía que abundaba en el mundo de esta película ya estaba floreciendo. Todos recordaremos cómo en esta peli se hacía cargo de lo que hoy conocemos como "cancel culture" donde todo está prohibido.

Cualquier comportamiento fuera de la predicción de una computadora está penado, no con una ristra de multas de papel para los que no sepan usar las tres conchas, sino con el cierre de nuestras cuentas en redes sociales, cierre de nuestra cuenta bancaria (como a Trump) y aislamiento social.

Sandra Bullock le recuerda a Stallone que el lenguaje soez, el chocolate, la gasolina, deportes de contacto, carne, alcohol, cafeína y juguetes no educativos están prohibidos.

¿Les suena de algo en 2021?

Predicción III: globalismo extremo

Un mundo en el que la gente viva, la gente de verdad, vive en un subsuelo comiendo comida subrepticia y donde la ley de la tiranía del supuesto mundo feliz del exterior no se aplica. Gente perseguida y que sale en la noche a atracar un Pizza Hut.

Porque en esta era ya no existen los restaurantes independientes: todos fueron comprados por Pizza Hut (en la versión de EEUU la franquicia es Taco Bell: por alguna extraña razón distribuyeron una versión de 'Demolition man' reemplazando esta escena por Pizza Hut).

Predicción IV: feminismo radical

El feminismo de hoy está perfectamente representado en esta peli donde el sexo físico entre hombre y mujer es un acto sucio e impuro, propio del pasado, donde vivíamos entre enfermedades venéreas y sudábamos al fornicar como animales asilvestrados.

Predicción V: la California progre

La película no sucede en cualquier lugar del mundo. No. El escenario más probable, donde los guionistas ya lo veían claro, es la ciudad más progre del planeta: Los Ángeles, la ciudad más emblemática del comunistoide estado de California, carne de cañón inmejorable para un futuro tan aterrador como factible.

Predicción VI: Black Lives Matters

¿Qué contrapunto racial eligen para atemorizar a la raza blanca? ¡Un negro! ¡Un alocado y excéntrico negro!

Wesley Snipes (votante de Trump, paradójicamente) interpreta a la versión contemporánea de George Floyd, un negro delincuente que pondrá en jaque a los policías blancos que prefieren despojarse de sus armas antes de hacer daño a un canario mientras los negros saquean la ciudad impunes sabiéndose protegidos por su victimismo.

Predicción VII: Agenda 2030

El gran disparo de esta película, y aquí es donde a los guionistas hay que darles un Premio Nostradamus, es el acierto de situar la película en el año 2032. ¿Encuentran algún paralelismo con la Agenda 2030?

Para mi desgracia, ya no soy capaz de disfrutar de esta película de la misma manera que lo hice cuando la vi en televisión a mediados de los noventa.

Lo que en su día me parecía una frívola, loca y entretenida película de acción que quedaría en el plano de la ciencia ficción, se me hace algo oscura y escalofriante verla hoy fuera de ese contexto conectando con la realidad que percibo a mi alrededor y describiéndola con una antelación de treinta años.

'Demolition man' es el primer caso de una película que cambia de género para pasar de ser una comedia en 1993 a una película de terror psicológico en 2021.