"Avatar: El Sentido del agua" es para mí como ese típico amigo con el que llevas tiempo queriendo quedar, pero no hace más que darte largas, una vez porque tiene que estudiar, otra porque tiene que trabajar, otra porque no le apetece, otra porque tiene que cuidar a una sobrinita cuya existencia ignorabas...

Y para el tiempo que ha tenido James Cameron para presentarnos está segunda entrega, el guión del film es tan simple que perfectamente lo podré resumir en pocas líneas en el apartado del spoiler.
A nivel de efectos visuales es magnífica. Pero no sólo de efectos se vive, y cuando escucho a gente decir que películas como "La Amenaza Fantasma" o "Matrix Reloaded" priorizan efectos visuales sobre una buena historia, me siento mal pensando en cómo se puede alabar ésta otra película.

James Cameron tiene buenos antecedentes con las secuelas, sin embargo aquí se ha estrellado a base de bien, pues si por algo destacan "Aliens: el regreso" y "Terminator 2: El Juicio Final", es porque ambas trabajan el concepto de familia a través de la acción, pero con inteligencia y empleando el tiempo necesario.
La secuela de Avatar trata de presentar a la familia por encima de todo.
Yo soy un hombre que cree en la familia, por tanto valoro que se trate ésta idea en la película. El problema está en que no se trata adecuadamente, no basta con que un personaje te diga que es tu mejor amigo para que como espectador te impacte esa información.
Esta información debe plasmarse a través de imágenes y situaciones, no mediante diálogos.

James Cameron crea un lore extenso e impresionante para el mundo de Pandora, realmente expande lo que presentó en la película de 2009, pero la historia es más pobre que en la de aquel film, y que haya tardado trece años en diseñarla, habla muy mal de sus dotes guionísticas.
La mayoría de las actuaciones están decentes, pero hay tanto personaje nuevo, tanto monstruo, tanto paraje, que francamente me resulta imposible centrarme en todo.
Mi personaje favorito de la primera es Neytiri, y aquí prácticamente no le vemos el pelo entre tanta innovación. Y otra cosa que no habla bien de Cameron, es el hecho de que al acabar de ver "Avatar: el sentido del agua", no recuerdo el nombre de ningún personaje que no estuviese en la primera.
Más de uno compara "Avatar" con la novela "El Hobbit", alegando que éstas secuelas crearán una mitología extensa del estilo de "El Señor de los Anillos", una mitología repartida entre esta segunda entrega y las sucesivas tercera, cuarta y quinta...
Pero yo os digo que "Avatar: el sentido del agua" no se parece en nada a "El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo", cuando acaba la cinta de Peter Jackson, tengo ganas de ver más, pero al acabar la de James Cameron, no tengo especial interés en ver la siguiente.

"Avatar III" no se estrenará hasta 2024, espero que James rectifique para entonces y se dé cuenta de lo que ha hecho mal, porque si este film fuese de Michael Bay o de Colin Trevorrow, no estaría mal, pero es de James Cameron. A este señor no le puedo pasar una así...