Hay cosas más difíciles de alcanzar que el dinero o la fama, que el amor y la felicidad, y sin duda la más difícil de alcanzar es la verdad.
Un grupo de personas hablan sobre lo que según ellos pasó. Pero es un producto televisivo y desde que se inventó el infernal aparato el límite entre la realidad y la ficción es imperceptible.
No digo que mientan, ¿pero puedo afirmar que dicen la verdad?
Todo en torno al deseo de fama, poder, dinero y atención mediática está rodeado de sombras y de falta de escrúpulos.
¿Cómo saber qué ocurrió realmente? Nuestra labor no es juzgar a unos o a otros, sino analizar, socavar información al máximo para poder acercarnos a la verdad, si es que eso es posible.