Tiene momentos bien interpretados y escenas emotivas, pero también tiene momentos mal interpretados y escenas excesivamente almibaradas.
El problema lo veo en el guion muchas veces lleno de frases de libro de autoayuda y en la dirección de los actores que no corrige numerosos momentos de afectación o de actuaciones impostadas en el joven reparto. Quizás si hubiera algo más de humor o de puntos de vista de los propios personajes, se suavizaría esa sensación artificial de amabilidad con mensaje. Es una lástima porque sí tiene buenos momentos, pero peca de meliflua, de querer ser dramática o forzadamente emotiva. Tal vez por el uso de la música o de recursos visuales muy manidos (el espejo roto, la fusión del personaje con el actor, la profesora y su sabiduría de tercera...). Falta madurez en el guion, en la dirección y en las actuaciones del reparto juvenil. Como obra nóvel está bien, pero tiene cierto aire de prácticas...
Al final la sensación es de peli amable con personajes simpáticos, lo cual se agradece.
La actriz que hace de profesora es lo mejor de todo (no tanto sus frases).
Y por supuesto valorar que se cuente la historia de un chico trans de una manera cercana y sin dramas excesivos.
De los actores jóvenes destacan la chica rubia, que resulta natural de verdad y Ona, que desprende algo genuino aunque no termina de estar bien dirigida cuando llora. Tal vez se nota que quiere llorar, con lo que vemos más a la actriz que al personaje.
La madre de Joel tiene una escena muy buena: la comida con la abuela. Quizás la mejor escena de todas pues la actriz que hace de abuela también lo hace muy bien.
Por eso digo que va y viene. A veces vemos escenas muy buenas, otras vemos buenas intenciones que no terminan de alcanzar su objetivo.
Aún así, felicidades por la propuesta, necesaria y muy útil hoy en día.