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Voto de Kyrios:
7
Cine negro. Thriller. Intriga La vida de Al Roberts, un pianista de Nueva York, se convierte en una pesadilla cuando decide hacer auto-stop para buscar a su novia que vive en Los Ángeles. Lo que Roberts no puede imaginar, es que su periplo se verá envuelto en una serie de problemáticos acontecimientos que acabarán arrastrándolo a una situación límite. (FILMAFFINITY)
23 de febrero de 2014
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Detour (el desvío) es una película singular y a la vez prototípica dentro del género del cine negro. El director de ella es Edward G Ulmer, y no es norteamericano. Como muchos de sus compañeros de profesión, Ulmer, de origen Austrohúngaro, tuvo que huir de su país para buscar fortuna en Hollywood. Pero la diferencia entre él y otros como Billy Wilder, es que Ulmer siempre trabajó para pequeñas productoras y elaborando numerosas películas de serie B. Su único proyecto enmarcado dentro de un gran estudio fue la interesante Black Cat (titulada en español Satanás), realizada en el 1934 bajo el sello de la Universal.

Detour es una película más dentro de las muchas que realizó Ulmer, pero seguramente se trata de la mejor de todas ellas. Rodada en apenas veintiocho días y con un presupuesto muy menor (apenas encontramos tres actores principales en la película),Ulmer supo tocar y encajar todas las piezas para formar una película que vista aún hoy en día aún sigue impresionando en ciertos aspectos.

Detour es cine negro en su máximo esplendor. Nuestro protagonista principal, interpretado por Tom Neal, es un artista que realizará un largo viaje atravesando medio Estados Unidos para llegar a Los Ángeles, donde habita la mujer que ama. Desgraciadamente el viaje será lo menos apacible posible.

Pese a la condición soprendente de nuestro protagonista, que es músico y no un detective privado, el personaje responde a los cánones habituales del cine negro. Gran parte de su perfil responde al antihéroe habitual en estas películas (en la secuencia inicial del film ya nos encontramos las rudas maneras de nuestro personaje) y no es un personaje cargado de virtudes, sino un simple ser humano al que el destino (como remarcará él mismo en la escena final) le ha jugado unas cuantas malas pasadas. Por si fuera poco, el que Ulmer se moviera dentro del terreno de la Serie B también le permitió jugar con detalles morbosos y un lenguaje poco elegante que una producción de mayor presupuesto seguramente no habría sido posible. No es extraño que la película incluya alguna frase bastante soez, así como una invitación sexual (que realiza la pícara protagonista interpretada por Ann Savage invitando gestualmente a Tom Neal a que le acompañe a la cama) que sigue sorprendiendo hoy en día. La voz en off, otro recurso muy recurrente en el cine negro, es el acompañamiento perfecto que emplea Ulmer para cubrir todo este largo flashback que al fin y al cabo es donde hay gran parte de la película.

Desvío es una película de una duración más bien corta (apenas sobrepasa la hora de metraje) y que se inicia con un largo flashback con el que Tom Neal abre la película. Pese al presupuesto reducido con el que contaba Ulmer para realizar el film, realmente consiguió crear una atmósfera muy sorprendente, utilizando algunos movimientos de cámara y encuadres muy sorprendentes. La escena inicial ubicada en el bar resulta paradigmática en este aspecto. Ulmer necesita centrarse en el drama personal de nuestro personaje, y mediante una gran utilización de la sombra, recorta a nuestra figura del bar, así como diversos objetos (como la máquina de música, que recuerda una antigua melodía que tenía una gran importancia para nuestro personaje) para crear un efecto estético de primer nivel. Es cierto que después de esta gran secuencia inicial la película medirá mucho más estas aportaciones (y el largo trayecto en coche está realizado con medios muy limitados).

La aparición de la mujer fatal también hace su acto de presencia. Ann Savage se entera del asesinato involuntario (aunque nunca queda claro como muere el jugador de apuestas, ni falta que hace) que ha cometido nuestro protagonista, y decide chantajearlo. La relación que se establece entre los dos es sin duda muy especial. Ann Savage representa un personaje totalmente odiable, una figura desquiciada que sólo se mueve por la codicia y que boicotea de manera sistemática a nuestro personaje, y sin embargo, intuimos que siente algo más por él (como ya he comentado hay una sutil invitación sexual por su parte). Ulmer decide cortar la relación entre los dos con una magnífica secuencia final, llena de creatividad.

Así pues Detour es una película que me atrevo a intuir que su singularidad queda marcada por los recursos con los que Ulmer hubo de afrontar la película. Aunque en un primer momento podamos pensar que el escaso presupuesto influyó de manera negativa, Ulmer logra conjugar una serie de factores que elevaron la película por encima de muchas otras películas del género.

http://neokunst.wordpress.com/2014/02/23/detour-el-desvio/
Kyrios
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