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Voto de Kyrios:
6
Terror JT y Rickie, dos amigos con el pelo graso peinado hacia atrás al estilo de los Rebeldes de Coppola, pasan su tiempo en una fábrica abandonada donde descubren a una chica, envuelta en plástico, que jamás termina de morir. JT la convertirá en el objeto sexual y de fascinación de sus compañeros de instituto, mientras Rickie intenta defenderla del perverso juego necrófilo. (extraído de CinemaSitges.com). (FILMAFFINITY)
9 de marzo de 2015
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bizarrada absoluta, así es como podría definirse la película que dirigieron conjuntamente Marcel Sarmiento y Gadi Harel. Deadgirl (Deadgirl, 2008), Una película que le valió a Marcel Sarmiento para presentar sus credenciales en el proyecto de V/H/S, donde llegó a dirigir uno de los capítulos de la tercera entrega de la franquicia que desembarco en el 2014, V/H/S: Viral (V/H/S: Viral, 2014) o en otro proyecto conjunto como fue The ABCs of the Death (The ABCs of the Death, 2012), donde Sarmiento entregó un pequeño fragmento.

Lo cierto es que el filme parece el proyecto de fin de curso del típico par de alumnos que pasaban de todo en la universidad. De hecho, así es como parecen reflejarse los dos protagonistas principales, interpretados respectivamente por Shiloh Fernánde y Noah Segan, un par de adolescentes que pululan por el instituto. Para entender bien que propone Deadgirl, habremos de desarrollar claramente su argumento:

Como decía, nuestros dos jóvenes son los típicos personajes que hemos visto cien veces en las películas de instituto. El filme empieza a presentar los arquetípicos, pero eso sí, lo hace de una manera consciente. Es decir, subyace siempre en el filme una delgada línea (en ocasiones demasiado fina y uno no sabe por momentos si lo que está viendo va en serio o es todo una gran farsa) que se relaciona claramente con el humor más negro (humor autoconsciente). Shiloh Fernández es el personaje bonachón, el típico pringado del instituto que el filme que el guión quiere hacernos pasar por feo aunque en realidad no lo sea. Junto a él está Noah Segan, en principio su gran amigo del alma, que mantiene una actitud mucho más extrovertida. Ambos se encuentran de aventuras cuando descubren en un antiguo sanatorio un extraño sótano donde se encuentra una mujer atada a una cama (tal cual suena).

Aquí es donde realmente empieza el meollo de todo el asunto. Nos encontramos con una mujer atada a una cama, y con un aspecto realmente deplorable (en realidad, como nos enteraremos poco más tarde, se trata de una especie de Zombi que no puede morir, aunque esto tampoco queda demasiado claro, y hay numerosos planos en los que el filme se demuestra ambiguo, como aquel en que la mujer corre despavorida a través de los campos). Lo que hubiera hecho cualquier ser humano con un mínimo de cabeza es avisar a las autoridades o por lo menos huir de ahí. Pero el caso es que el Personaje de Noah Segan decide quedarse.

Cuando antes comentaba que Deadgirl parece una película de fin de curso lo decía en gran parte por la prepotencia (aunque sea el concepto de prepotencia que pueda tener un joven de veinte años) con la que está realizada. Con la reacción del personaje de Noah Segan ante la situación tan extrema-y extraña- en la que se encuentran ya nos damos cuenta que a los directores la construcción de una película convencional de terror no les interesa, sino que prefieren optar por otros caminos. En gran parte del metraje, que los directores se acerquen a un camino tan diferente, les acaba trayendo por la senda de la estridencia. Y sucede, que en muchos momentos Deadgirl adopta el tono del arte contemporáneo que al no convencer al espectador por la vía convencional, ha de optar por otros métodos.

Por este motivo, y ahora llegamos al asunto importante, uno de nuestros personajes antes de llamar a la policía, decide tener relaciones sexuales con la Zombi. Algo realmente extraño, pero ya dice el refrán que de todo hay en la viña del señor. Lo realmente absurdo e imperdonable, es el hecho de que el personaje llame a unos amigos suyos para que acaben tirándose a la Zombi, en una especie de orgía comunal. Un despropósito que no se puede comprar, porque atenta contra la propia lógica del filme. Pero es la agresiva manera que tiene Deadgirl para llamar la atención del espectador.

Así pues, el filme se moverá entre la dicotomía de los dos personajes principales, que representan polos morales opuestos. Con un final previsible de antemano (no por ello menos impactante) el filme se posiciona en las antípodas del cine de terror adolescente, lo que tampoco quita que la propuesta sea tan inteligente como ella se cree en ciertos momentos. De hecho, el mejor tono lo consigue cuando se desprende de la pátina más pretenciosa.

Los Conceptos como el Asco y la repugnancia forman un todo indiscutible con el filme, que repercute en su estética. Deadgirl juega con estas definiciones, ampliándolas y mezclándolas con un humor negrísimo.

https://neokunst.wordpress.com/2015/03/09/deadgirl-2008/
Kyrios
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