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Voto de Kyrios:
7
Drama. Comedia Es la última noche del verano de 1962, y los adolescentes de Modesto (California) quieren divertirse antes de afrontar sus responsabilidades como adultos. Así que todos salen esa noche para beber, ligar, pasearse en coche, ir a la bolera o bailar un rato... (FILMAFFINITY)
25 de julio de 2014
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
El propio George Lucas afirmó[1] que American Graffiti (American Grafftiti, 1973) era una película que estaba destinada a un público adolescente, en contraposición de Star Wars (La guerra de las galaxias. Episodio IV: Una nueva esperanza, 1977) que estaba realizada para un público más infantil. Y la verdad es que viendo American Graffiti no cabe duda de que detrás de las cámaras había un interesante director, que nunca sabremos donde habría llegado, sino fuera por la irrupción del fenómeno Star Wars.

Francis Ford Coppola ayudó a George Lucas a seguir adelante con el proyecto de American Graffiti (de hecho los títulos de crédito ya lo dejan bastante claro), que parecía totalmente KO después del fracaso comercial que supuso el estreno en el cine de Lucas, con THX 1138 (THX 1138, 1971). Sin duda, un director tan ávido como Lucas aprendería la lección en su siguiente filme, hablando de temas más cercanos al espectador, y por ende, más comerciales. American Graffiti fue un grandísimo éxito de taquilla, que incluso propició una especie de secuela años más tarde con More American Graffiti (More American Graffiti, 1979), de resultados artísticos lamentables.

A diferencia de su debut, en American Graffiti, Lucas se atreve a hablar de algo que le es totalmente próximo. La película se adentra en la noche de despedida de unos jóvenes que dicen adiós al instituto (dos de ellos además son admitidos en la universidad). Toda la acción transcurre durante ese mismo día, hasta que amanece. Pero la película no cuenta una noche de graduación de tiempo coetáneo a la realización de la película, es decir, del 1973, sino que Lucas se remite a sus propios años de adolescencia. Y hay que decir, que precisamente uno de los elementos que más destacan en este sentido, es la cuidada ambientación de la película, que recrea a la perfección el modus vivendi de inicios de los sesenta. Huelga decir que el inicio de la película parece un claro homenaje a la película de Richard Brooks, The Blackboard Jungle (Semilla de Maldad, 1955), sonando una canción típica de aquellos años rockeros, como es el rock del reloj, del grupo Bill Haley and the comets.

La película no tiene una estructura lineal, sino que sigue a diversos personajes que a pesar de que se conocen entre ellos, tienen una serie de aventuras por separado. American Graffiti aporta una trama que se desdobla continuamente y que nos muestra las peripecias que tienen durante un día ajetreado nuestros protagonistas. Cada uno de ellos, con un rol bastante diferenciado (en ocasiones arquetípico) será protagonista de una serie de aventuras que acabará por enfrentarlos ante sus propios miedos. En este sentido, American Graffiti es la precursora de este tipo de cine de institutos, que nos muestra a una serie de jóvenes con problemas que deben afrontar para poder dar así su paso a la etapa adulta. Nuestro protagonista principal, interpretado por Richard Dreyfuss, es el claro ejemplo de lo que propone el filme, pues duda entre marcharse o no a la universidad que se encuentra fuera de su lugar de hábitat.

De igual manera le sucede a otros personajes principales, como el que interpreta Paul Le Mat, un rockero a la vieja usanza que inevitablemente alude a James Dean, mítico intérprete que pereció joven, convirtiéndose automáticamente en una leyenda y simbolizando el tópico de la juventud rebelde. Sin duda el personaje de Paul Le Mat está inspirado en el que ofreció James Dean en la película dirigida por Nicholas Ray, Rebel Without a Cause (Rebelde sin causa, 1955). Este personaje deberá afrontar que los tiempos están cambiando (la película en este sentido parece tomar conciencia de su adelantado tiempo) y aceptar su destino. También encontramos a una pareja romántica, interpretada por Ron Howard y Cindy Williams que debe afrontar su separación provocada por la distancia entre la universidad y el pueblo (algo que sucedía bastante en los USA del momento), u el personaje que interpreta Charles Martin Smith, un joven poco agraciado físicamente, que quiere perder la virginidad a toda costa. En cierto sentido este personaje recuerda al propio Lucas, especialmente en su carácter introvertido y tímido.

En definitiva American Graffiti nos cuenta desde una perspectiva adolescente los propios temores y esperanzas que sentía una generación que en parte era la que veía la película (tanto por el pasado del espectador ya adulto como por el joven que se veía reflejado en la pantalla). Especial mención a uno de los actores que acabaría triunfando en la siguiente película de Lucas y que aparece en este filme con un papel secundario. Un tal Harrison Ford.

[1] Como afirmó Peter Biskind en Moteros tranquilos, Toros Salvajes, Ed. Anagrama, Barcelona 2004. El libro ofrece bastante información respecto a la película y su contexto.


http://neokunst.wordpress.com/2014/07/25/american-graffiti-1973/
Kyrios
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