Deliver us From Evil (Líbranos del Mal, 2014) supone un tropezón en la carrera de Scott Derrickson, director que había empezado a labrarse una interesante filmografía dentro del género de terror, con títulos como Sinister (Sinister, 2012) y The Exorcism of Emily Rose (El Exorcismo de Emily Rose, 2005).

Seguramente, una de las críticas que mejor define la película es la que escribió Michael O’Sullivan y se publicó el 1 de Julio en el Washington Post, afirmando que la película era una recolección de diversos guiones de películas de terror rechazadas por más de una productora y unidas en un solo proyecto. Y es que en Líbranos del Mal, hay siempre una sensación de no saber muy bien a lo que se está asistiendo. La película tiene un problema claro de identificación, que la hace pasar por venas muy diferentes (cine de suspense, algunos toques de gótico, cine de exorcismos…) y sólo acierta en algunos tramos concretos. Scott Derrickson juega inteligentemente con no entregar demasiadas pistas en los primeros minutos, pero el misterio se convierte en sopor al quedarse al descubierto que la trama era bastante más endeble de lo que parecía en ciertos momentos.

Las explicaciones paranormales son demasiado reiterativas (sólo tenemos que oír al personaje del cura, que sirve al director para clarificar algunos aspectos que no quedan bien resueltos) y quedan algunos puntos en suspensión, como los sorprendentes ataques que recibe la niña en su casa o diversos temas de índole esotérico (¿Quién exactamente los producía y como finalizan?).

La película afirma basarse en hechos reales (parece que el género de terror se ha apuntado de manera directa a este carro, con el que se consigue más fácilmente la implicación del espectador) aunque ciertamente uno lo duda durante muchos momentos del filme. Aparentemente se siguen los casos que investigó Ralph Sarchie, un policía que poco a poco se adentró en el mundo de lo paranormal. Lo cierto es que el espectador que haya visto la película completa se dará cuenta de que los casos reales sirven como inspiración, porque en realidad Sarchie nunca vivió nada ni remotamente parecido a lo que se desarrolla en el filme.

Nuestro policía está interpretado por Eric Bana. Pronto empezará una investigación sobre unos extraños casos que están teniendo en su departamento de policía, sobre unos soldados que durante la campaña militar en Irak, parecieron encontrar algo que los transformó profundamente (se nos muestra en la primera secuencia del filme; aquí ya encontramos una característica singular de la película, y es el mix de tonos que alberga el filme, sin duda la conexión con antiguos demonios de la Babilonia no podía faltar). Al igual que en Sinister, la película se centra en un protagonista principal masculino que se inmiscuye en una investigación que pondrá en peligro su vida, pero que además le hará variar claramente su visión sobre el mundo (Sí en Sinister el personaje de Ethan Hawke se iba dando cuenta poco a poco de los espeluznantes casos de asesinatos que se producían en su casa, en Líbranos del Mal nuestro protagonista interpretado por Eric Bana se dará cuenta de la sensibilidad especial que tiene y que le permite captar ciertos espíritus de su alrededor,). Además, varones en ambos casos, verán como su investigación acabará trayendo desequilibrios a su familia, que acabará amenazada por daños colaterales. La concepción de la familia sigue por tanto la tradición norteamericana, el pater familias es el núcleo y lo demás son accesorios.

La parte final del Exorcismo resulta ser un clímax final totalmente absurdo. Derrickson no sabía cómo cerrar exactamente la película y decide que ha de tener un clímax como en tantas otras películas del género (se autoimpone una necesidad inexistente). Pero el problema es que se introduce casi de manera exabrupta un tema que rompe totalmente con lo visto anteriormente en el filme y que se convierte en una auténtica pantomima de los exorcismos reales (o mejor dicho, vistos en el cine). Si hasta entonces habíamos visto una película que pese a sus defectos, conseguía imprimir ciertas dosis de misterio e intriga, de repente se da un giro tremendo hacía un cine que Derrickson no domina especialmente. El Exorcismo se convierte en una exageración que deja definitivamente a la película en una condición de caricatura guiñolesca.

http://neokunst.wordpress.com/2014/10/12/libranos-del-mal-deliver-us-from-evil2014/