Quién, de los que ha visto la película, no ha querido aunque sea sólo por un día ser cómo el nota? El personaje más carismático dentro de la filmografía de los hermanos Coen. En la película más original y delirante de los dos codirectores.

Sin duda la película goza de muchos atractivos, pero su mayor punto fuerte estaría dentro de un guión locamente perfecto. Y no sólo por la cantidad de detalles y situaciones desternillantes que suceden, sino porque si rascamos un poco en la superficie de tan curiosos personajes o situaciones extravagantes, sin duda encontraremos una sagaz crítica a ciertos aspectos, y es que “The Big Lebowski” es mucho más que una simple comedia.

Pero para analizarla debidamente es necesaria una explicación de nuestros divertidos personajes. Tendríamos a Jeff Bridges interpretando al Nota, seguramente Bridges nació para ser él. Este personaje, es una herencia de la ideología Hippie, con su propia filosofía de vida donde lo que impera ante todo es la calma. Dentro de todos nosotros hay un nota, una persona despreocupada cuyas máximas preocupaciones sería acordarse de llegar a presentarse al partido de bolos.

Luego tendríamos a John Goodman como Walter Sobchack. Un antiguo combatiente del Vietnam, que ahora se dedica a jugar a los bolos con su amigo el nota y Donny. Este maníaco personaje nos ofrece quizá las mayores escenas cómicas, pero amén de su gracia, Walter esconde parte de la crítica social que los hermanos Coen quisieron imprimir en su obra, podemos comprobar com Walter relaciona absolutamente todo con el Vietnam (desconociendo el motivo me recuerda en parte al famoso discurso de “Delenda est Cartago”). Parece que los Coen también quieren satirizar la religión hebrea, que Walter tan religiosamente dice practicar.

Donny como nuestro tercer jugador, interpretado por el polifacético Steve Buscemi, uno de los mejores actores del momento. Donny es un joven y poco agraciado muchacho al cual nadie hace caso, ni tan siquiera sus dos amigos, un gran reflejo de la inseguridad.

Luego tendríamos a otros grandes personajes, como la hija del gran lebowski, interpretada por Julianne Moore, o el magnate de la pornografía Jackie Treehorn. Y es imposible olvidarse de Jesús Quintana y su breve pero simpática aparición.

El guión es realmente formidable, no llegando a dar ni un minuto de respiro, y mostrándonos una gran cantidad de detalles, inclusive las secuencias oníricas que tiene nuestro protagonista. Especial mención a los momentos en las que el término “nihilsta” sale en las conversaciones.
Un aspecto muy importante es la música utilizada, tanto en las secuencias imaginarias del nota, que demuestran que los Coen saben lo que hacen, tanto como en el mundo real (o mejor dicho el mundo real del nota).