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Voto de Kyrios:
8
Drama. Romance Adaptación de la novela "Grandes esperanzas" de Charles Dickens. El hijo de un humilde herrero es enviado a educarse a Londres gracias al dinero de un benefactor cuya identidad desconoce. (FILMAFFINITY)
23 de febrero de 2013
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hasta hace relativamente poco David Lean era un director controvertido. Cierto que durante su madurez no pasó apuros económicos, que sus películas fueron grandes éxito de taquilla, y gozó de gran respeto por parte del público, pero la crítica difería bastante de criterio y le consideraba un simple artesano vendido al sistema hollywoodiense y comercial de la industria del cine. Sin duda esta parte de la crítica se produjo con la llegada de los nuevas olas, como la nouvelle vague y el free cinema inglés, llenas de jóvenes ansiosos por derrumbar los convencionalismos anquilosados que imperaban en el cine, de este modo, vieron la figura de David Lean como una manera de trabajar que se situaba a las antípodas del cine que ellos buscaban. El propio director inglés les contestó en cierta ocasión, diciendo que pensar que por que una película más cara sería peor, era absurdo. Alejándonos del debate que se sostuvo y viéndolo con nuestra perspectiva, es evidente que David Lean fue algo más que un artesano sin convicción, y que sus películas (nos gusten más o menos) son lo que hoy llamaríamos cine de autor.

Cadenas rotas es una película de la que podríamos considerar como la segunda etapa de David Lean. Este Rompió la unión que había mantenido con el dramaturgo Noël Coward, con el que había coodirigido su primera película (Si no contamos Major Barbara, en que apenas había dirigido dos escenas del total) Sangre, sudor y Lágrimas (un panfleto rancio que hoy en día ha envejecido bastante mal) y empezó a dirigir una serie de películas basadas en obras literarias. Cadenas rotas por tanto, no es la única película que Lean adapta de Dickens, también haría lo mismo justo después con la famosa adaptación de Oliver Twist (que se trata seguramente de la novela más famosa de Charles Dickens). Estas dos películas, basadas en el autor inglés guardan mucha relación entre sí, no sólo por la fuente original en la que están basadas, sino porque comparten muchas características de estilo.

Por otra parte, Cadenas rotas no se trata de una simple adaptación literal, Lean es capaz de convertir el texto y dotarlo de vida, transfigurándolo a su propio mundo creativo. La novela de Dickens era mucho más larga y salpicada muchas más anécdotas, así que buena parte del trabajo de Lean fue acotar el guión (Aquí encontramos una de las características del director, siempre quería revisar el modelo final de guión, darle el visto bueno personalmente) para que tuviera una duración lógica. Para ello eliminó bastantes trozos de la infancia del protagonista, sólo rodando lo que él consideraba necesario para que la historia pudiera desarrollarse (el episodio del preso fugado que luego resultaría ser el desconocido benefactor, la relación con Stella) y haciendo más hincapié a la historia de adulto. También hay que remarcar el cambio final respecto a la novela, en aquella Stella y Pip nunca llegaban a marchar juntos y la obra tenía un final más amargo, en la película Pip abre las ventanas de la mansión que durante joven le había atemorizado (un hecho cargado de un simbolismo muy bello) con lo que llega a convencer a Stella y huir juntos de la oscuridad, agarrados de la mano.

La primera parte de la historia, la infancia se trata de un gran logro en cuanto a la puesta en escena y la creación de una atmósfera (y personalmente es la parte que más disfruté). Nada más empezar el director envuelve toda la escena en un mar de niebla, y casi en un in media res empieza la historia, con tintes de película de terror, nuestro joven protagonista va al cementerio a ver la tumba de sus fallecidos padres cuando es asaltado por un preso, que le pide comida. No es casual la atmósfera inquietante que plantea Lean, lo hará durante esta primera parte de la película en la que retrata la infancia, como veremos cuando el protagonista entre en la casa de la condesa que no llegó a casarse. Ahí también vemos un gran cuidado de la fotografía (una de las grandes bazas de la película), que se sirve de la oscuridad y de la poca luz que aportan las velas para provocarle respeto a nuestro joven protagonista e infundir un ambiente cercano al miedo (quizá es exagerado decir que de terror, pero no muy lejos del término). Quizá porque la primera parte del retablo se trata de un fragmento más fantasioso que la parte adulta (aunque hay que decir que el tono de la obra siempre es cercano a los elementos fantásticos).

Lean también domina perfectamente la música en sus películas. Pero lo que más destaca en la película, más que la música de Walter Goehr, es la utilización que hace el británico del sonido. La primera secuencia es un gran ejemplo, mientras nuestro protagonistas Pip corretea por el cementerio, Lean hace denotar forzadamente el sonido del viento silbando entre los árboles y captando esa esencia de frialdad que se palpa en el cementerio. Gracias a este recurso Lean crea una atmósfera impecable, tenebrosa, que nos introduce de lleno en la historia. También en la escena de los barcos, en la que hay una persecución, Lean opta por mostrar el ruido de estos moviéndose ruidosamente por el mar, cuando cualquier director de la época habría optado por un acompañamiento musical para aligerar la escena.

http://neokunst.wordpress.com/2013/02/12/205/
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Kyrios
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