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Voto de Sebastopol:
10
Drama Historia de tres mujeres de épocas diferentes que tratan de encontrarle un sentido a la vida. A principios de los años 20, Virginia Woolf, en un elegante barrio de Londres, lucha contra su locura mientras empieza a escribir su primera gran novela: "Mrs. Dalloway". En los años 50, en Los Ángeles, a Laura Brown, una mujer casada y con hijos, la lectura de "Mrs. Dalloway" le resulta tan reveladora que empieza a considerar la posibilidad de ... [+]
2 de enero de 2010
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
"El Tiempo es como un Río que arrastra rápidamente todo lo que nace"
Marco Aurelio

Las Horas, que funciona abiertamente como un alegato feminista en una primera instancia y atrapa finalmente al espectador de todo tipo, es una película basada en una parte de la vida y obra de la escritora inglesa Virginia Woolf (1882-1941) autora del libro "La Señora Dalloway", cuyo título original habría de ser "Las Horas" y es el que da fundamento a la película.
Las Horas trata sobre las circunstancias -causas y azares- que propone la vida a medida que avanza hacia un delante y hacia un atrás, sin duda. "Dando lo venido por pasado", como diría Jorge Manrique, a través del tiempo a modo de cordel enrevesado de una manera poética en varios segmentos, me atrevería a decir, subliminal y explícitamente; haciendo uso de los más ricos recursos estilísticos visuales, descriptivos, narrativos y fílmicos que hacen funcionar al film casi con la cadencia de un libro: como si leyéramos a la Señora Dalloway.

Tres días en la vida común de tres mujeres viviendo cada una en tres épocas distintas. Cuál es el dilema compartido: cada una está atapada por su propia vida. Por las elecciones que han hecho, lo que han hablado, los crustáceos que han cocinado (Streep), la novela que han escrito (Kidman), la tarta y el saludo frío que han dado a su marido (Julianne Moore).

El viaje al que nos sumerge el director (bajo un trabajo brillante) se alza más hasta lo emocionante gracias a la composición pianística de Philip Glass, cuyo instrumento nos lleva de una época a otra, sin trucarlo por otro, sin variar sustancialmente la melodía y lo que es mejor: sin confundirnos en ningún minuto, al contrario abstrayéndonos a la época mostrada.

Tres mujeres excepcionalmente interpretadas, secundadas por extraordinarias actuaciones (Obsérvese a Ed Harris, la forma como se agarra de su bastón, como mira), a Miranda Richardson cómo llora y observa en Virginia un mundo al que desconoce cómo abordar y Virginia a su vez en ella, el Escape.

Virginia quiere escapar ¿Alcanzará a tomar el tren a Londres? ¿Habría de quedarse en Sussex?
¿Se asfixiará Laura Brown (Moore) de tanto sumergirse en el libro de Virginia? ¿Podrá escapar del antojo que le produce el vislumbrar una vida menos cotidiana y con más gracia?
¿Habría de expiarse Clarissa Vaughan (Streep) de la culpa que le produce el desear a su amigo más que a su novia? ¿Entender el curso y motivo de sus emociones?

Los tópicos son aplicables a todo tipo de personas, porque todos alguna vez nos hemos sentido Virginia, Laura y Clarissa. Hayamos vivido o no en la Inglaterra victoriana, Los Ángeles post guerra o en el Nueva York del siglo XXI. Todos tenemos mucho de la Señora Dalloway.

No me refiero a sufrir demencia, a cocinar mal, a sufrir depresión, angustia, ni a escribir un libro, ni a amar a una persona del mismo sexo, ni a padecer de SIDA.
Me refiero a estar atrapado en las circunstancias, el momento, la vida, el nudo, Las Horas.
Sebastopol
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