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Críticas de Sebastopol
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Críticas 6
Críticas ordenadas por utilidad
10
2 de enero de 2010
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
"El Tiempo es como un Río que arrastra rápidamente todo lo que nace"
Marco Aurelio

Las Horas, que funciona abiertamente como un alegato feminista en una primera instancia y atrapa finalmente al espectador de todo tipo, es una película basada en una parte de la vida y obra de la escritora inglesa Virginia Woolf (1882-1941) autora del libro "La Señora Dalloway", cuyo título original habría de ser "Las Horas" y es el que da fundamento a la película.
Las Horas trata sobre las circunstancias -causas y azares- que propone la vida a medida que avanza hacia un delante y hacia un atrás, sin duda. "Dando lo venido por pasado", como diría Jorge Manrique, a través del tiempo a modo de cordel enrevesado de una manera poética en varios segmentos, me atrevería a decir, subliminal y explícitamente; haciendo uso de los más ricos recursos estilísticos visuales, descriptivos, narrativos y fílmicos que hacen funcionar al film casi con la cadencia de un libro: como si leyéramos a la Señora Dalloway.

Tres días en la vida común de tres mujeres viviendo cada una en tres épocas distintas. Cuál es el dilema compartido: cada una está atapada por su propia vida. Por las elecciones que han hecho, lo que han hablado, los crustáceos que han cocinado (Streep), la novela que han escrito (Kidman), la tarta y el saludo frío que han dado a su marido (Julianne Moore).

El viaje al que nos sumerge el director (bajo un trabajo brillante) se alza más hasta lo emocionante gracias a la composición pianística de Philip Glass, cuyo instrumento nos lleva de una época a otra, sin trucarlo por otro, sin variar sustancialmente la melodía y lo que es mejor: sin confundirnos en ningún minuto, al contrario abstrayéndonos a la época mostrada.

Tres mujeres excepcionalmente interpretadas, secundadas por extraordinarias actuaciones (Obsérvese a Ed Harris, la forma como se agarra de su bastón, como mira), a Miranda Richardson cómo llora y observa en Virginia un mundo al que desconoce cómo abordar y Virginia a su vez en ella, el Escape.

Virginia quiere escapar ¿Alcanzará a tomar el tren a Londres? ¿Habría de quedarse en Sussex?
¿Se asfixiará Laura Brown (Moore) de tanto sumergirse en el libro de Virginia? ¿Podrá escapar del antojo que le produce el vislumbrar una vida menos cotidiana y con más gracia?
¿Habría de expiarse Clarissa Vaughan (Streep) de la culpa que le produce el desear a su amigo más que a su novia? ¿Entender el curso y motivo de sus emociones?

Los tópicos son aplicables a todo tipo de personas, porque todos alguna vez nos hemos sentido Virginia, Laura y Clarissa. Hayamos vivido o no en la Inglaterra victoriana, Los Ángeles post guerra o en el Nueva York del siglo XXI. Todos tenemos mucho de la Señora Dalloway.

No me refiero a sufrir demencia, a cocinar mal, a sufrir depresión, angustia, ni a escribir un libro, ni a amar a una persona del mismo sexo, ni a padecer de SIDA.
Me refiero a estar atrapado en las circunstancias, el momento, la vida, el nudo, Las Horas.
Sebastopol
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4
28 de mayo de 2012
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bienvenidos al cóctel cinematográfico más absurdo de los últimos tiempos. Metamos como quepa colorido, alegría, vestidos, música, murales y quedemos ebrios de placer con el interesante y zigzagueante -así cree Julie Taymor- retrato de Frida Kahlo.
Comienza correcta, tibia, con el traslado de la cama en la primera escena. Frida sonríe al espectador y picaresca nos lleva a su pasado.
Es desde entonces cuando la mano debilucha de la directora se empieza a notar vertiginosamente. Me preocupó ver desde las primeras tomas un ritmo casi de telenovela. Este defecto no puede suplirse con la supuesta "vertiginosidad" de los acontecimientos que se suceden y que no resultan artísticos como pretenden.

Escenas hiladas una tras otra con el mero propósito de enseñar, mostrar a modo de copia y paste cada recoveco de la vida de la artista.
Ya no es un asunto de mala edición ¿Cómo editar correctamente si ya de por sí lo filmado es malo? Pobre dirección, guión simplón. Actuaciones rozando lo mediocre.
A Salma Hayek no le queda el "vestido" de Frida, el personaje se le hace 3 tallas más grandes. Quizá derechamente es mala actriz. Entre los secundarios Antonio Banderas haciendo de... Antonio Banderas.

Los films que buscan abarcar toda la vida de un personaje real suelen no ser certeros.

Sin embargo en este cóctel podríamos discutir algo más sobre la banda sonora: Sugerente y Festiva, con pasajes melancólicos y pausados.
Y es cierto que no es cinematográficamente atractivo ver a Salma Hayek fea, pero vamos, que Frida nunca fue así.
La pronunciación del inglés tampoco ayuda, a los 10 minutos pensé ponerla en francés con subtítulos en español.

Un momento destacable es la escena de Frida y su hermana en la fiesta -luego de la apuesta con alcohol- bailando al ritmo de la guitarra. Es una escena en que se roza lo que podría haber sido. Visualmente rica y sugerente, casi la única donde "no se nota la cámara", delicada y que muere con la siguiente.

Rescatable ciertos pasajes musicales: La canción de los créditos (Burn It Blue) es de una belleza exquisita.
Se intenta, se prueba, se juega; pero en su lenguaje pictórico rimbombante es la falta de talento lo que hace quedar la historia simplemente hueca, en un film donde se evidencia mucho el pincel de la directora e invisible se queda la paleta de Frida.
Sebastopol
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6
3 de junio de 2012
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Seis estrellas le colocará este crítico imbécil a El Luchador. Temo equivocarme, pues me gustó la película, pero tiene puntos que hacen flaquear la producción y el dinero invertido.
Has visto a un pony de un solo truco, dice la genial canción de The Boss Springsteen en los créditos finales. Una expresión inglesa que refleja fielmente al personaje de Mickey Rourke: Un pony de un solo truco (golpéenme traductores profesionales) se refiere a un tipo que solo es capaz de obtener el éxito una vez, o bien, no se espera de él un comportamiento diferente a lo que ha venido mostrando.

Traducciones aparte, El Luchador muestra abiertamente la vida de “El Carnero” Ram: viejo, solitario, rutinario, durmiendo aislado en un tráiler, cansado, herido, golpeado por la vida y por el oficio (sobre y bajo el cuadrilátero) y que recoge con nostalgia los restos del éxito que antaño hubo de cosechar. Porque El Luchador es ante todo la vida de un perdedor y la vida de un personaje infantil, que no ha aprendido otra cosa que a sobrevivir la vida.
Pese a que este crítico imbécil es relativamente joven (yo), hay algo que ya nadie me saca de la cabeza: la gente se juntará y asociará con sus iguales, así será, algo que incluso Filmaffinity –sin ir más lejos- promueve.

De este modo, Ram, el Carnero, encuentra su propia “alma gemela” en Cassidy, la stripper, (claro, si no metes una chica, la película se viene a pique).
Ambos –cada uno en su oficio- comparten la misma esencia: Su día pivota en torno a un show ficticio, una irrealidad, representado en el cuerpo que se desnuda al ritmo que el cliente lo pida, en ella y en las grapas y corchetes que la sanguinolenta espalda en él debe soportar. En la hija de aquel padre ausente y que no ha sabido cómo querer: La escena en que hace notar que no tiene ni perra idea ni de sus gustos ni su talla de ropa es memorable –aunque obvia- La chica stripper –a quien se insinúa separada - también tiene un hijo.

De todas formas, la película enfatiza en el dolor del hombre y usa varias escenas en mostrar su dolor como padre. Extrañamente, le entendemos y no le juzgamos moralmente su ausencia. Después de duros momentos, las heridas del Carnero ya son nuestras. Loable en este aspecto es el pulso de fatiga vital que logra mantener Rourke y que pareciese hacer sin un esfuerzo fílmico. Desespera, por ejemplo, ver al Carnero en un día rutinario más, convenciendo sutilmente al chico de seguir jugando a los videojuegos una tarde más en el tráiler. Igualmente el saber que no podrá seguir luchando como lo hacía producto de su retorcido accidente médico.
Sigo en Spoiler sin arruinar
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Sebastopol
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5
8 de enero de 2010
2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Basada en un relato de F. Scott Fitzgerald trata sobre un hombre que nace viejo y muere bebé. Una anciana a punto de morir que cuenta la historia del mismo, de quien se había enamorado.
El film intenta sobre todo proponernos una historia encerrada en lo que ha de conocerse como "Realismo mágico". Cumple con los términos: Una fantasía encerrada en un contexto realista y humano, e incluso -aunque a diferencia del realismo mágico propiamente tal que nos habla de una parte de la vida hispanoamericana- aquí se nos lleva a la realidad norteamericana de los años de la Segunda Guerra Mundial, aunque la historia no busca delimitar con un pincel tan claro aquello.

A fin de cuentas, El Curioso Caso de Brad Pitt parece haber echado a la juguera realismo mágico y Forrest Gump (mostrándonos el acontecer de una época a vista de un personaje supuestamente entrañable). De hecho, el guionista de ambos films es el mismo.

El despliegue técnico es indudablemente de buena factura y dibuja hasta el final la apariencia de "fábula en cine". Destacan la excelente fotografía, el maquillaje y los efectos para hacer ver al protagonista de menor estatura, encogido y de edad avanzada.

Pero todo ésto no puede con una historia que vaga en una burbuja de incomprensibilidad en cuanto a su objetivo. No entendemos bien lo que se nos quiere contar (Me tomo la licencia de hablar en primera persona plural) y en ésto menos aún nos ayuda Brad Pitt y su actuación inexpresiva, la cual parece no querer mostrar, contiene y finalmente se traga con él el sentido último de la película y no nos permite ver en sus ojos lo que nos quería decir el autor.
Sebastopol
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8
26 de junio de 2010
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Acabo de visualizar esta película y la verdad me esperaba mucho menos: Actrices desconocidas, director desconocido, guionista desconocido y así un largo etcétera; claro: después me enteré que aparecía Mariah Carey y Lenny Kravitz (¿Quiénes eran, por cierto?)
Si bien el paquete visual de la película, la apariencia un tanto frágil de la imagen, la misma carátula podrían opacar a este film, al contrario lo elevan a cotas altísmas ya que dentro del mismo juegan el papel de redondeo de la idea de que ésto está aquí, entre nosotros, no en el lejano oeste, ni en los mundos de Spielberg y un largo etcétera.
Lo que a mí me produjo Precious es incomensurable: tan cercana, tan realista; la historia parece bordada con un hilo argumentativo tan anatómico que ni siquiera cabe en el cuerpo de Precious, en ese cuerpo regordete que terminas queriendo con un afecto tan grande que sólo entiendes una película bien hecha podría lograr.
Y aquella labor tan inmejorablemente desarrollada por un director con una excelente mano es la que permite dejar con el buen sabor de boca a pesar de haberse tragado la fuertísima media hora del principio ¡Qué media hora!: No todos la pasan.

Creo que el acierto de Precious está además de en el tono, esa cadencia terrible, acojonante y a la vez estimulativa y con tonos de humor con la que Precious nos va contando su historia, en la bien usada riqueza de recursos temáticos que uno descubre en ella cuando alcanza a captar lo que nos trata de decir: Precious es un Grito, es un grito por todos aquellos aspectos de la vida que nos hacen distanciarnos los unos de los otros y es que vemos en Precious y en la vida a niños maltratados, abusados sexualmente, raza negra, pobreza, profesores homosexuales, hijos con síndrome de Down, gente tirando los platos, violencia intrafamiliar y es allí donde Precious cala hondo al ritmo de un compás de música, de un tono narrativo exquisito, que nos dice, finalmente que todos somos personas, diferentes... personas al fin y al cabo, que aquí no hay malos, sólo gente que no sabe o no supo actuar bien.

Precious es en definitiva un canto a la vida, un canto a la superación personal.

Creo que, personalmente llega en el mejor momento de mi vida.

Véanla, esta película talentosa. Su vida será mejor.
Sebastopol
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