Comienzo diciendo que es más divertida de lo que pensaba. Simplemente viendo la carátula descubres por completo la línea que va a seguir la película. Aquí no me ha sorprendido en nada, estaba cantado, es como apostar al caballo ganador.

La cuestión era esperar a ver como desarrollaban los acontecimientos y la dirección que iban a tomar. Personalmente prefiero a la Bullock haciendo el papel contrario al que aquí nos muestra, la alocada, poco sexy y pasota. Esa tía estirada de agente del FBI no le pega nada de nada. McCarthy se la come con papas, en look, puesta en escena, diálogos y locuras. Es la estrella de esta película, sin ella no pasaría de un cuatro de nota. Paul Feig ya la tuvo a sus órdenes en La boda de mi mejor amiga.

Porque seamos serios, la trama es muy pobre, se la podían currar un poco más. Ya estamos un poco cansados de que todo vaya en la misma dirección y los momentos sentimentales están un poco forzados, en especial los que tienen que ver con la familia.

Por otro lado, los secundarios, aún con papeles muy breves, están muy correctos, los miembros de la familia y la pareja de policías.

Parece ser que ya se está preparando una secuela en Estados Unidos.