La playa de los ahogados está rodada íntegramente en tierras gallegas, y eso se nota casi en el olor que nos llega en cada plano de la película. Esa forma de hacernos llegar al resto de españoles que no vivimos allí, como es el día a día de un pueblo pesquero en las costas gallegas. Donde todos se conocen desde la infancia y donde cuando ocurre algo...se queda allí.

En esto envían a un policía a investigar la aparición de un cuerpo en la playa, hasta ahí todo parece normal, hasta que una bridas amarradas de forma poco usual alrededor de las muñecas, hacen despertar las primeras sospechas. Carmelo Gómez y Antonio Garrido forman el dúo de policías encargados de resolver este enorme enigma de un capitán con mucha experiencia que sale al mar en una noche muy peligrosa, tres marineros que sobreviven a dicho accidente y que desde entonces ni se comunican entre ellos y la desaparición de una chica más de una década atrás.

Gerardo Herrero sabe utilizar los mimbres necesarios en esta historia, un pueblo muy cercano, gente alérgica a hablar de lo que pasa allí, muchos sospechosos, varias maneras de llevar a cabo un asesinato o una desaparición, casos conectados entre sí, personajes que han desaparecido en años, para conseguir una trama que funciona a la perfección, manteniendo la intriga y la atención del espectador, sin bajar el pistón en ningún momento.

Hasta el hecho de que se vayan aclarando las cosas directamente de la misma boca de los sospechosos por medio de flash backs me ha gustado mucho. Muy recomendable.