Es imposible pararte a ver esta historia y que no te venga la otra a la memoria, aunque sea tu subconsciente que se empeña en ello. Las historias no es que se parezcan, en absoluto, a menos que tengamos en cuenta lo referido al asesinato. Pero es el ambiente, el aire, las dudas, los diálogos, los personajes...serán cosas mías.

Hace más de diez años que un amigo argentino me invitó a su casa a ver Nueve Reinas, desde entonces soy un fan incondicional de Ricardo Darín y todo lo que hace lo veo. Este actor es uno de los grandes con mayúscula y reconozco que me cuesta seguirle el acento, pero a base de escucharlo lo voy pillando. Qué diferente es el castellano a veces.

La historia es cojonuda de verdad, de esas que te hacen pensar las cosas y crear dudas. De que lo evidente deja de serlo y lo que no parece real, no sabes si lo es. Dudas, incógnitas sin resolver, obsesiones, desengaños, venganzas, muerte...muchas cosas para no despertar el interés en el espectador.

Arranca de una forma un poco confusa, y se nos muestra al protagonista y a su antagonista muy pronto, pero en lugar de restarle credibilidad o interés al asunto, es cuando comienza a generar las dudas en el espectador, ¿será o no será? ¿se volvió loco el abogado?

Sin dudas un thriller de los que darán que hablar este año 2013. Muy recomendable.