Los que me leen a menudo por aquí ya saben que me encanta el género judicial y he de decir que esta película la he visto al menos 5 ó 6 veces. En su día más bien por seguir la carrera de Ralph Macchio, quien jamás pudo despegarse del personaje de Karate Kid, pero no me encajaba Joe Pesci en una comedia pura. Lo había visto en anteriores películas en plan matón, con sus típicos golpes cómicos, pero tenía curiosidad por ver como defendía un personaje puramente cómico. Lo ha hecho con creces.

No nos engañemos, esta no es una historia de Ralph Macchio, lo vemos en la introducción a la historia y poco más. Esta es una película para el lucimiento personal de los verdaderos protagonistas, el ganador del oscar Joe Pesci por Uno de los nuestros y la guapísima Marisa Tomei. Devoran la pantalla y a cada uno de los demás actores, incluido el juez. Lo cierto es que la aparición del pequeño actor me pareció muy forzada, con esas pintas de haberse fugado de la grabación de Grease. Y esos escasos conocimientos en la materia para poder ayudar a su primo. Sin embargo lo que nos muestra a continuación es lo que nos engancha definitivamente. Los diálogos absurdos con el juez, los silencios continuos cuando tiene que hablar, las preguntas retóricas, su personaje va evolucionando hasta en su vestimenta y esto nos gusta más, para que nos vamos a engañar. Si a esto le sumas que su ayudante es un bellezón como Marisa Tomei, que en lugar de cumplir con el cometido de florero al lado de Pesci, se enfunda la ropa de protagonista y cuaja una actuación soberbia, creíble, magistral, sin perder su lado sensual. No se pierdan las clases de automación que da cuando sube al estrado.

Mi primo Vinny es una grandísima película, muy entretenida y dinámica, donde a pesar de tratar sobre un juicio bajo la cortina de la comedia, no decepciona para nada. Muy recomendable.