Alexandre Aja lleva tiempo moviéndose en un género tan complicado como es el del terror. Lo digo porque cada vez resulta más difícil hacer un proyecto original, novedoso, que cautive al espectador con algo realmente interesante.

El comienzo de la película promete, esa persecución a través de lugares oscuros, peligrosos, creando un ambiente de angustia y miedo está realmente bien, pero cuando nos ofrece ya el misterio tan rápidamente...pierde interés. Lo importante es sugerir...no enseñar. Era preferible dejar que el film fuera andando progresivamente y no hacer una introducción tan directa en cuanto al peligro que nos ibamos a encontrar durante la proyección.

El ambiente en el que se desarrolla la peli está muy bien cuidado, aunque altamente repetitivo. Policía traumatizado, ( sí hombre, esta profesión que siempre te cuesta un divorcio en USA ), apartado del cuerpo y con problemas pasados con el alcohol, con menos vida social que una gárgola y comienza a ver visiones en su nuevo trabajo. La fotografía está en ocasiones bastante bien, aunque en muchas escenas se abusa de la oscuridad y te pierdes muchos detalles. Sustos los tendrás en una menor cantidad, pero realmente muy logrados, en especial los que tienen que ver con los espejos y sus personajes.

En cuanto a las interpretaciones, Kiefer Sutherland está soberbio, magistral en su papel de héroe-psicópata-poli-frustrado. El resto del reparto lo dejaría en cumplidor, con un pobre papel para los niños por sus escasos minutos en la pantalla.

Sin duda el argumento es bastante interesante y la historia que avanza para aclarar los motivos de los sucesos es muy interesante, aunque algo confusa.

No es una obra maestra del terror, pero está dentro de lo general en este tipo de cine. Para ver si quieres pasar un rato en tensión.

LO MEJOR: el ambiente de tensión y nerviosismo que respira el film.

LO PEOR: el complicado final.