Las apariencias engañan, y si no que se lo digan a los protagonistas de la película ‘Déjame Salir (Get Out)’. Una historia donde las miradas, imágenes y situaciones importan más que el propio guion.
La película trata sobre un joven afroamericano, Chris (Daniel Kaluuya), que decide conocer a la familia de su novia blanca llamada Rose, interpretado por Allison Williams. Todo es aparentemente felicidad e idílica vida americana al principio, pero poco a poco las situaciones y las miradas empiezan a reflejar de que tanta perfección es puramente un papel que están interpretando, pero, “¿por qué motivo actúan así?”, pensó el protagonista. Un fin de semana que prometía ser un sueño pero que se convirtió en un cuento de nunca acabar.
Criados afroamericanos, familias adineradas visitando el hogar de sus suegros con gestos de superioridad, como si fuese una película y él era el protagonista sin saberlo. Poco a poco se empieza a atar cabos de lo que está ocurriendo realmente. Sin embargo, una de los problemas de este filme es que le cuesta arrancar, posiblemente por su guion tan vacuo, y seguramente al principio pueda resultar un sinsentido e, incluso, tras verla piense lo mismo. Aunque, cumple a la perfección con su función de entretener y mantener enganchado al espectador, desconcertado, del porqué de las cosas que van ocurriendo y la magnifica interpretación de Daniel Kaluuya hace que la lentitud del desarrollo sea más amena.

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