Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Carlos Muñoz Muriedas:
8
Comedia Ignacio, un jugador de fútbol profesional, tiene problemas sentimentales y laborales. Su novia está a punto de abandonarle a causa del asedio que sufre el hombre por parte de una admiradora. Al mismo tiempo el jugador descubre que dos de su compañeros se han dejado sobornar por otro equipo. (FILMAFFINITY)
30 de mayo de 2014
13 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Infravalorada película del siempre interesante Rovira Beleta con toques originales como la farola de Canaletas (lugar en Barcelona donde la gente se reúne para celebraciones o hablar de fútbol...) que hace de narradora.
Obviamente, estamos en una época muy distinta a la actual, y más en el terreno del fútbol, aquí los jugadores viven en una residencia, y no lujosa, más bien lo contrario...Ya no hablemos de los vestuarios pobres que tienen, sobresale un Ramallets presumido con fotos de chicas en su armario o peinándose en pleno entrenamiento.
La rivalidad entre clubes está bien servida, ya desde el comienzo, con esa guerra entre clubes para fichar a la estrella y el papel cómico de la chica, digno de la alta comedia, que concluye con ese beso que solo "vemos" al ver la cara del revisor. La directiva del club aparece bien caricaturizada, se les nota que comen bien y ya no hablemos de los puros....Aspectos dramáticos como la compra de un jugador o el sensacionalismo de la prensa también aparecen bien reflejados, así como las reventas o esas pastillas curiosas que toman para rendir más, algo así como un pre-dopaje.

Pero la película tiene algo especial, y eso es el retrato de las costumbres que comporta este juego, ahí vemos un Manolo Morán forofo que hasta se rompe las gafas al celebrar un gol, un cura (Pepe Isbert) que no le importa gritar en un estadio con el hábito o que le manda al monaguillo que ponga la vela a un santo o a otro, según sea el gol.
Por otra parte está la importancia de la radio, la película acierta bastante mostrándola de diferentes maneras, desde la narración del locutor con el anuncio insertado de la época, o la muestra de aparatos en diferentes espacios, ya sea en una casa como el centro de todo mientras se come, o en la casa del cura del pueblo con la gente oyéndola en la plaza.
Ya no hablemos de los tranvías que iban a los estadios, requetellenos de gente, o la manera de celebrar la liga que tiene la gente, sabiendo que al día siguiente volverá a la rutina diaria con ese taxista que aquel día no cobrará.
En fin,un gozo verla por mucho que le hayan pasado sesenta años, ahí es nada...Hay un momento en que la chica le enseña unas películas rodadas del futbolista cuando jugaba en segunda división y asistimos también a otra muestra de las costumbres de ver un partido en un pueblo con la ira hacia al árbitro incluida, "es una película de Vittorio de Sica" dice ella. Pero no, estamos ante la eficacia de un Rovira Beleta que perfeccionaría el estilo neorrealista en la trilogía policíaca que haría justo después.
Carlos Muñoz Muriedas
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?

Últimas películas visitadas
The Spider
1945
Robert D. Webb
El diablo de las profundidades
1974
Virginia L. Stone
The Wanderers
1973
Kon Ichikawa
arrow