Para conmemorar el aniversario número 40 de la victoria soviética sobre la Alemania Nazi, los estudios Belarusfilm y el mítico Mosfilm produjeron una película que con el paso de los años ha sabido ganarse títulos como el de ´película de culto’ o similares, un potente alegato antibélico que mantiene su vigencia.

Ambientado en el año 1943, cuenta la historia que se narra desde la mirada de un adolescente aldeano de nombre Florya Gaishun (Alekséi Krávchenko), un joven que busca hacerse de un fusil para darlo a los partisanos soviéticos y así ser aceptado como uno de ellos.

Pero cuando por fin lo consigue, Florya pasa del entusiasmo a un profundo desencanto, para terminar experimentando un terrible horror al ser testigo del exterminio de las aldeas de su zona a cargo del ejército nazi durante la Segunda Guerra Mundial.

La película de Elem Klimov es un relato de una inagotable fuerza que basa su poderío dramático en su particular puesta en escena, sobre todo en la decisión de narrar todo desde el punto de vista de su joven protagonista.

‘Ven y mira’ desglosa los procedimientos seguidos para aniquilar comunidades enteras, centrándose en la que habita el joven Florya, quien de pronto se topa con una realidad devastadora que lo sorprende en el centro mismo de la acción convettido en el infierno mismo, donde el joven se convierte en los ojos de cada espectador, perdido en medio de la tragedia y shockeado ante la brutalidad de las imágenes.

La de Klimov es una de las más grandes experiencias que ofrece el cine como arte y como memoria, una obra maestra absoluta, narrada con virtuosismo y de un poderío visual fascinante y estremecedor, una experiencia brutal que nadie debe perderse.

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