Estrenada en el Festival de Cannes, la más reciente película del director francés Guillaume Nicloux reúne a dos de las más grandes estrellas que ha dado el cine francés, que consiguen elevar el nivel de una película que con otros actores tendría poco para destacar.

Isabelle Huppert y Gérard Depardieu interpretan a Isabelle y Gérard, dos actores que estuvieron casados algunos años atrás y que han reconstruido sus vidas armando nuevas familias, ellos se encuentran en el Valle de la Muerte, en el desierto californiano, a petición de su único hijo Michael, con quien no tenían muy buena relación y quien se quitó la vida seis meses atrás.

Ambos se encuentran en Valley of Death bajo un inclemente calor, y tras leer las cartas que su hijo ha escrito para ellos, deben recorrer en una semana el itinerario con la promesa hecha por su hijo de encontrarse con ellos en ese lugar.

Con una premisa que de entrada suena absurda, la película se sostiene en el gran trabajo de la Huppert y Depardieu, quienes van desde el dolor, la culpa, momentos de tensión y enojo hasta momentos más distendidos donde incluso llegan a reírse de ellos mismos.

La película no se regodea en el dolor de los personajes y esa absurdidad que contiene la historia permea por momentos la historia lo que consigue hacerla llevadera, aunque el mejor momento del film es cuando los dos actores son abordados por una pareja de fans en el hotel donde se alojan.

Si bien la puesta en escena no contiene nada llamativo y algunos diálogos son demasiado recargados y pomposos que vuelven al film algo presuntuoso, la película se deja ver gracias al enorme talento de Isabelle Huppert y Gérard Depardieu.


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