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España España · Madrid
Voto de Fendor:
6
Drama Basada en hechos reales, cuenta la historia del cirujano Zbigniew Religa, quien hizo el primer trasplante de corazón exitoso en Polonia en los años 80 en contra de la opinión de sus colegas y luchando por sacar adelante su propia clínica. Religa, al atreverse a trasplantar un corazón humano, rompió barreras morales, culturales y religiosas. (FILMAFFIITY)
18 de febrero de 2016
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lograr hazañas que otros no se atreven ni a pensar en su cabeza exige poseer algo superior a la ambición. Es una creencia, tal vez una certeza. Aun así, hasta que la proeza sea realizada de verdad, todo son dudas y demostraciones del error y del fracaso, si esta no sale bien a la primera. También si el que se cree capaz de todo no comprueba bien sus dimensiones y se ve mejor de lo que es. Dónde está el límite o el exceso de la confianza, o en qué momento el propio convencimiento en tu valía te puede hacer creer que eres un Dios (y hacer que nadie ya te vea como un héroe), puede ser el punto clave para revelar y comprobar que eres el ser humano extraordinario y no la decepción. Ser el eje que guía el movimiento de la rueda y representa un adelanto necesario en una sociedad que no lo busca, aunque le venga bien una vez sea evidente.

Es un dilema moral y ético, este, y es parte de la medicina y de la ciencia, de los médicos y los científicos. Prueba y fallo hasta dar con el acierto. Cuando el ensayo sólo es factible de verdad en los humanos, ahora y hace más de 30 años, las probabilidades de cometer un descuido para la salud de tu paciente pueden derivar en unas consecuencias mucho más insólitas y graves de las esperadas, para tu conciencia y tu persona, incluso para tu carrera. ¿Es uno capaz de convivir con esos muertos para siempre hasta alargar la vida a los siguientes? ¿Eres el elegido para dar con los avances necesarios para mejorar la medicina? ¿Vale la pena el éxito futuro, la notoriedad de tu trabajo y tus esfuerzos frente a los reveses y la frustración pasada y del presente?

La polaca Dioses, del director Lukasz Palkowski, es una película basada en hechos reales y que cuenta la gesta realizada por el cirujano Zbigniew Religa, que llevó a cabo una empresa más cercana a la odisea para investigar y realizar de forma empírica el primer trasplante de corazón exitoso en humanos dentro de su país; un viaje lleno de miserias, persistencia y de alcohol para obstruir las penas y perderse en los tropiezos y la culpa. La cinta se centra sobre todo en el proceso para llegar a realizar ese primer trasplante positivo, fruto de interminables esperas para su protagonista, de intentos fallidos, de colegas desinteresados o cobardes, de envidiosos, religiosos y morales, pero también de aduladores y fieles seguidores, en una época de desconocimiento casi total, tejemanejes y de mafia, con el azar y la suerte como partes importantes de no pocos infortunios.

Si bien es cierto que su linealidad y duración (dos horas de metraje) convierten Dioses en un producto un poco monótono, mantiene siempre el suficiente interés y, cuando no, sabe añadir golpes de humor que mejoran la experiencia, gracias sobre todo al carismático y no siempre comedido Tomasz Kot (que supongo que se basa en el carácter de Religa), pero también por a menudo cuestionar al propio espectador (que hoy día no tendrá ninguna duda, en general, al saber el resultado de esta crónica). La narración mantiene el tipo y el drama que nos cuenta es comprensible y atrayente. No es de extrañar, por eso, saber que ha sido un éxito de público y de crítica en su país de origen, aunque aquí carezcamos de la biografía de sus personajes y su Historia para darle mejor forma a la taquilla. Pero no se debe tener miedo: los claroscuros personales, con sus ansias y deseos y sus dudas dan para entender, formar parte y disfrutar de este drama sobre medicina.

Ese interés y ese humor, basados en la personalidad y testimonios de los testigos que aparecen como personajes en el filme, sirven para recrear aquella época y aquellos pensamientos propios de la Polonia de los años 80, que se centraron en una controversia que ya venía de lejos en ese mismo país y cuyas dudas y temores, más allá de preocuparse por la vida de pacientes y de enfermos, oscilaba alrededor del poder de los médicos para decidir sobre la vida de los mismos, con conversaciones y preguntas más cercanas al programa matinal de Mariló Montero, sobre todo en relación a lo que ya se sabe sobre los trasplantes y los corazones actualmente.

La gente envidia hasta el fracaso de los otros.
Fendor
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