En mi opinión, toda la trama está orientada al énfasis en el tema de la sugestión humana, concrétamente en el ámbito de la religión. Básicamente los personajes están simplemente de psiquiátrico hasta el momento del ritual donde empieza la fantasía. En lo que el espectador debe fijarse es que esa fantasía no es más que un producto de una sugestión y de una paranoia estimulada por alucinógenos ya que dicho ritual requería como puntúa Cavan de un tipo específico de drogas psicotrópicas (premisa que irónicamente no se respeta ya que Cavan da por válidas ante su escepticismo y resignación, las pastillas de José María). Nos había quedado claro que las pastillas de José María hacían mella en su abuelo ("El otro día me dijo que había visto a la Virgen"). Parece que el único momento de la historia en que el cura Ángel Berriatúa dice algo realmente creíble es el momento de su profunda y triste aunque efímera resignación y su "se ve lo que se quiere ver", porque realmente este es el mensaje que Álex de la Iglesia quiere transmitir con su película.

Momento cumbre es el desenlace tan ambigüo que nos deja cual Kubrick con su 2001. Suelta a la libre interpretación nos deja con un ligero quebradero de cabeza ¿los personajes creen haber salvado el mundo en una noche de ritual y colocón descontrolado? ¿o quizás todo fue una historia inventada en la paranoica mente de dos mendigos con pasados o presentes problemas de drogadicción teniendo como incentivo e inspiración la presencia del Ángel Caído de El Retiro que aparece sugerente en el último plano de la pelicula?