Lo confieso, sin interrogatorio previo, la razón por la que fui a ver "Young adult" fue porque estoy prendado de Charlize Theron, prendado cinematográficamente, aclaro por si a mi mujer se le ocurre leer esta crítica. Y la verdad, vaya por delante, es que Charlize hace honor al nombre de actriz, porque a pesar de su rostro angelical, acabas, mientras ves la película, odiándola.

El argumento del film es sencillo. Una "pueblerina" que ha casi triunfado en la ciudad como discreta escritora de novelas para jóvenes vuelve a su pueblo, en medio de una grave crisis personal, con la intención de recuperar a su ex novio, sin importarle para ello destruir una familia con recién nacido incluido y sin tener el menor indicio de ser correspondida.

A partir de esta premisa se desarrolla toda una serie de acontecimientos bastante forzados todos ellos, cosa que te aleja de la película, situándola a mi entender en un plano no muy elevado en su valor artístico, a su previsible final, por ejemplo, me remito. Que conste que no he visto Juno u otros films del director, y aunque seguro que no son películas malas, -y que incluso tendrán puntos de interés como lo tiene la que ahora comento, como es la soledad de la grandes ciudades-, no creo que vaya a ver otro film de Jason Reitman; en cambio, de Charlize sí, porque a más allá de su rostro angelical, me ha demostrado ser una estupenda actriz. En definitiva, cine moderno alternativo, que a mí no me lo parece tanto.