Tiene su cosa ver una película filmada y localizada en Valencia durante mi breve visita a Santiago de Compostela; un Valencia bajo una lluvia torrencial que tanto contrasta con el orvallo que riega de forma pausa y constante el Norte.

Poco hay para la pausa en este film del para mí desconocido Daniel Calarsoro. Por increíble que me parezca y como surgido de la nada, y cuando este buen hombre está ya talludito nos sale con un film mucho más que estimable. Un atraco a mano armada a una entidad bancaria valenciana, todo ello bien mezclado con una trama de corrupción, al decir por las noticias, tan en boga por esas tierras.

La película puede interesar tanto a un público argentino o uruguayo como al gallego, dicha la elle con el rehilamiento con la que la pronuncian en la tierra del Río de la Plata, es decir, que nos incluye a todos, aquellos que veían conmigo el film en la sala santiaguesa, a todos los españoles, así como al atracador no sudamericano protagonista, el gallego de Lugo, Luis Tosar que como siempre está inmenso.

En definitiva, un film estupendo, que mantiene la tensión en todo momento y que en ningún momento da signos de desmoronarse porque sus cimientos son más que sólidos, capaces de soportar la lluvia constante y destructiva que domina todo la obra.