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Voto de jlopezgomis:
9
Drama Basada en hechos reales, describe el mundo del crimen organizado en Cidade de Deus, un suburbio de Río de Janeiro, desde finales de los sesenta hasta principios de los ochenta, época durante la cual el tráfico de drogas y la violencia impusieron su ley en las favelas. A finales de los sesenta, Buscapé, un niño de 11 años tímido y sensible, observa a los niños duros de su barrio, sus robos, sus peleas, sus enfrentamientos diarios con la ... [+]
15 de junio de 2009
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Contada en primera persona desde el punto de vista de Buscapé, uno de los jóvenes del barrio, la película cuenta con la estructura de un relato situado entre las imágenes iniciales, en un montaje agilísimo de impresionantes tomas de muerte y cacería. Continúa con la prehistoria del barrio en los años 60 y la creciente criminalidad de los niños comandados por un precoz muchachito, quien en los 70 se transforma en el jefe de una banda. Comparten el barrio con otra pandilla, en una difícil convivencia competitiva. Poco a poco, el crimen se hace más implacable, el tráfico de droga más pesado, y los mafiosos son cada vez más jóvenes. Cuando uno de los jefes se enamora e intenta eludir su destino trágico, colapsa una paz forzosa y frágil, y sobreviene una ola de muertes sangrientas y vengativas.
La película busca ser vista y aprobada por el gran público de los Estados Unidos, y en muchos aspectos estéticos responde a lo que el público masivo espera encontrar en un filme de acción. El tratamiento de la imagen, de la violencia, con influencia de Scorsese, está en este caso al servicio de la puesta en escena de la dura realidad de la marginación en Latinoamérica. Lo que más impacta de la película de Fernando Meirelles es el testimonio de toda una nueva generación familiarizada con el crimen, de chicos que matan a la edad de empezar a leer, de bandas de chavales que instalan una ola de terror y quedan como amos despiadados de ese microcosmos. El protagonista vive su destino permanentemente cruzado con el de sus vecinos. Si éstos decidieron disparar las armas, Buscapé eligió disparar una cámara de fotos, y si demuestra ser un inepto total para el crimen, su condición de natural de la favela lo coloca en una posición inmejorable para registrar como fotógrafo las luchas en esos barrios herméticos. En este panorama tan nefasto no está ausente el humor, cuando el bueno de Buscapé quiere incursionar en el crimen sin talento ni éxito.

Es notable y perturbadora la interpretación que logra de los jóvenes actores quienes increíblemente, salvo un par, son no profesionales.
La película está basada en el best-seller homónimo de Paulo Lins, un habitante de Ciudad de Dios que relata hechos reales, y Meirelles contó con la colaboración de Katia Lund, documentalista de las favelas. Paulo Lins muestra un mundo de horror con solvencia, rigor y sin un ápice de sentimentalismo. Su relato es objetivo pero no frío, y tiene sus mejores momentos cuando evita el juicio moral. La narración, ágil, movediza, por momentos vertiginosa, con un ritmo imparable se vale de múltiples recursos: cámara al hombro, pantalla dividida con escenas simultáneas, saltos en el tiempo, simetrías y paralelismos, cuidada elección de color y música para cada época. Se objeta que Meirelles, conocedor del lenguaje publicitario, creó un producto vendible que banaliza la miseria. Pero sobre todo produce un pensamiento sobre ella.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
jlopezgomis
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