Haz click aquí para copiar la URL
España España · Costa mediterránea
Voto de Antoine Czirszn:
6
Drama. Romance Victoria Page (Moira Shearer) es una joven bailarina aficionada que, en la fiesta de estreno de un ballet de la compañía Lermontov, dirigida por el implacable Boris Lermontov (Anton Walbrook), es introducida por su influyente tía y obtiene una oportunidad para demostrar su valía, empezando por los teatros más modestos de Londres. Al mismo tiempo Julian Craster (Marius Goring) es un joven estudiante de composición, a quien su profesor ha ... [+]
7 de agosto de 2016
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Llegué a esta película traído por una de esas listas de mejores films que pululan de vez en cuando por internet. En este caso, era un pequeño ranking del director Martin Scorsese, y, en él, me llamó la atención la presencia de "Las zapatillas rojas". No recuerdo el puesto que ocupaba, pero su mera presencia ensombreció al resto de títulos. Palabra de Martin.

"Las zapatillas rojas" es una historia de amor por el arte. No, más bien de obsesión. Esto queda claro al inicio de la película, cuando el director del ballet, Boris Lermontov, y su futura primera bailarina, Victoria Page, se dicen el uno al otro, se confiesan, que lo único que les interesa en la vida es el ballet (todos los aspectos del mismo) y bailar, respectivamente. Al respecto, no hay que olvidar al otro personaje protagonista, el compositor, Julian Craster, ni tampoco a su pasión, la música: ambos, arte y artista, comple(men)tan al resto de disciplinas por las que los personajes de la película se desviven. Recuerden, si no, lo que dice Boris Lermontov varias veces a lo largo del film: "Nothing, but the music".

Sin embargo, esto no llega a quedar bien reflejado a lo largo de la historia, a excepción del director: ni las ansias por mejorar hasta la perfección, ni la constante dedicación a su "razón de vivir", ni el carácter despótico que deberían mostrar los protagonistas, tanto para con los demás como para sí mismos. Esto puede deberse al trabajo de los actores, pues supongo que algunos vinieran del mundo de la danza y se convirtieran en actores por un momento. O puede deberseal guión, sobre todo por esa historia de amor que se entremezcla con la historia central de amor por el arte: un romance naíf, simple, ingenuo. No sé si decir que es el tipo de amoríos propio del cine de la época, porque no soy un experto en cine de la época, pero, bueno, ya lo he dicho. Que no me lo creo, vamos.

Pero como historia de obsesión por el arte, cuando la danza y la música salen a escena, en forma de ballet, todo lo malo queda eclipsado. El eclipse no deviene por la gracilidad y naturalidad del baile, ni por la dulzura de la maravillosa partitura que suena. No. Bueno, quizás sí, un poco, pero yo no tengo ni idea de nada, y menos de música y ballet. Las escenas de la representación del nuevo ballet "Las zapatillas rojas" (dirigido por Boris Lermontov, protagonizado por Victoria Page y musicalizado por Julian Craster) son lo mejor de toda la película por cómo han sido filmadas: por la iluminación expresionista, por la irrealidad de la fotografía en technicolor, por los movimientos de cámara, y por los trucos al más puro estilo Méliès. No hay que saber de ballet, ni de cine, ni de música, ni de fotografía, para apreciar que es en esos minutos donde reside la reputación de la película y por los que merece la pena ser vista.

En cuanto al final, también hay dos vertientes: el de la historia de amor y el de la historia de amor/obsesión por el arte. Aquí también eclipsa el segundo al primero, con una escena tan bonita como conmovedora (ver spoiler).

En definitiva, "Las zapatillas rojas" es un gran ballet filmado, pero una película que no es nada del otro mundo. ¡Maldito Scorsese! Tenías razón y no la tenías. Aún así, seguiré escuchándote. Palabra de Martin.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Antoine Czirszn
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow