"Callejón sin salida" se ve no solo con agrado si no incluso con mucho interés por tratarse de una muestra típica del cine negro de la época que no elude ninguno de los elementos que debe tener el género, aunque al mismo tiempo tampoco consigue que la conjunción de dichos elementos den a la película esa carta de naturaleza que la despegue de la producción estandar y la convierta en una obra singular.
Realizada con bastante oficio pero patente impersonalidad, la voz en off que narra la historia entorpece más que ayuda a entender lo que ocurre, y las distintas parte que conforman la trama (sobre todo el largo flash back inicial) no están demasiado bien dosificados.
Queda no obstante un buen ejemplo de cine de género, en el que destaca la turbulenta y ambigua presencia de Lizabeth Scott como encarnación de femme fatale clásica, una atmósfera muy conseguida con algunos momentos bastante logrados, una buena fotografía y la presencia de Bogart en un personaje algo inverosimil,y, que en otras ocasiones estuvo bastante mejor.
Una obra recomendable para completistas y estudiosos del género y para mitómanos poco exigentes.