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Voto de Nathaniel W Sommer:
9
6,7
10.206
Acción. Aventuras. Drama
Japón Feudal. El ascenso al poder del joven y sanguinario Lord Naritsugu supone una seria amenaza para la paz. Naritsugu está por encima de la ley y asesina y viola a su antojo. Afligido por esta cruel y despiadada violencia, el oficial Sir Doi llega a un acuerdo con el samurái Shinzaemon Shimada para que le ayude a acabar con el tirano. El samurái, tras reunir a un selecto grupo de guerreros, entre los que están su sobrino y su fiel ... [+]
5 de noviembre de 2011
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
13 Asesinos es la última película del tan prolífico como controvertido director japonés Takashi Miike. Prolífico porque figura como director en casi veinte películas en los últimos cinco años. Controvertido porque Miike ha traspasado todos los límites creativos imaginables. Siendo conocido por el uso de escenas de violencia extrema y la utilización de temas como el sadomasoquismo y otras perversiones sexuales (ej. Ichi the Killer 2001).
En efecto, clasificar a un director inclasificable como Miike, o calificar su cine con términos como grotesco o desagradable, sería tan fácil como fácil sería obviar a uno de los talentos creativos más grandes que ha dado el cine moderno. Y entonces, uno puede encontrarse con películas como The Bird People in China (1998) o como esta que nos ocupa, con las que el cineasta invalida todo cuanto se ha escrito sobre él.
Y es que al entrar en 13 Asesinos, lo primero que vendrá a la cabeza del expectador es el film de similar título y temática de Kurosawa (Los siete samuráis 1954) aunque en honor a la verdad los estilos de Miike y Kurosawa tienen pocos o ningún punto en común.
13 Asesinos es un ejercicio de clasicismo y sobriedad narrativa, amén de una espectacular reconstrucción histórica de la época edo, tan visitada por Kurosawa y otros autores en las décadas 40-60, pero también es un ejemplo mágnifico de un cine de acción con una profundidad en la psicologia de los personajes y un tratamiento de la violencia que recuerda al gran Peckinpack.
No puede sino recomendarse, la visión de un film repleto de una acción deslumbrante, con las espadas mas afiladas que recordamos en mucho tiempo, pero también con una narrativa a la altura de los mejores clásicos. En resumen, un espectacular ejercicio de cine.
En efecto, clasificar a un director inclasificable como Miike, o calificar su cine con términos como grotesco o desagradable, sería tan fácil como fácil sería obviar a uno de los talentos creativos más grandes que ha dado el cine moderno. Y entonces, uno puede encontrarse con películas como The Bird People in China (1998) o como esta que nos ocupa, con las que el cineasta invalida todo cuanto se ha escrito sobre él.
Y es que al entrar en 13 Asesinos, lo primero que vendrá a la cabeza del expectador es el film de similar título y temática de Kurosawa (Los siete samuráis 1954) aunque en honor a la verdad los estilos de Miike y Kurosawa tienen pocos o ningún punto en común.
13 Asesinos es un ejercicio de clasicismo y sobriedad narrativa, amén de una espectacular reconstrucción histórica de la época edo, tan visitada por Kurosawa y otros autores en las décadas 40-60, pero también es un ejemplo mágnifico de un cine de acción con una profundidad en la psicologia de los personajes y un tratamiento de la violencia que recuerda al gran Peckinpack.
No puede sino recomendarse, la visión de un film repleto de una acción deslumbrante, con las espadas mas afiladas que recordamos en mucho tiempo, pero también con una narrativa a la altura de los mejores clásicos. En resumen, un espectacular ejercicio de cine.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La película está dividida en dos partes complementarias. En la primera mitad se presenta a los personajes y los acontecimientos. La narración es aquí lenta (sustentada en los largos diálogos entre los protagonistas) y la fotografía prodigiosa, capaz de retratar de forma incisiva, con precisión minuciosa, pero también poética, los estertores de una época que se derrumba y la psicología de unos personajes que se ven atrapados en el cataclismo.
Escena a escena, la historia se construye ante los ojos del espectador y confluye lenta e inevitablemente hacia la batalla final. Y es que uno de los grandes aciertos de Miike es dejar perfectamente claro la necesidad de dicha batalla, desgranando la motivación y la causalidad que impulsa a los personajes: La lealtad hacia su señor de los samuráis que escoltan al futuro Shogun enfrentada a la necesidad de detener a un tirano sanguinario y atroz a cualquier precio. Es aquí donde tiene lugar la escena más perturbadora de la película, la única donde los críticos a Miike encontraran al director excesivo e hyperbolico de sus obras más polémicas. Es la escena donde la joven mutilada por el caudillo escribe la que a la postre será la sentencia de muerte del mismo: “Masacre Total”
La Segunda parte del film, se centra en la batalla de los 13 guerreros contra los hombres del Shogun, en un pueblo convertido en un laberinto plagado de trampas donde pocos se enfrentan a muchos. La batalla dura casi 40 minutos y constituye no solo la mejor escena de un combate a espada que quizás se haya rodado nunca sino que: meticulosamente planificada, coreografiada, filmada y montada es una lección magistral de cine durante la que es imposible apartar la vista de la pantalla.
Si alguna pega hay que poner al conjunto, es la compleja y en ocasiones difícil de seguir presentación de los personajes, o algunos detalles que no están a la altura del resto del film: Por ejemplo el personaje del cazador, el único de los 13 que no es samurái, es a veces forzadamente cómico. Ciertas situaciones, además, son resueltas de una manera confusa y uno desearía que ciertos personajes hubieran sido más explotados.
De todos modos, son estas cuestiones meramente subjetivas y puntuales, que bien puede ser debidas a la mutilacion que ha sufrido la version internacional del film (nada menos que 20 minutos de película han sido retirados del metraje) que con la película en sí.
Escena a escena, la historia se construye ante los ojos del espectador y confluye lenta e inevitablemente hacia la batalla final. Y es que uno de los grandes aciertos de Miike es dejar perfectamente claro la necesidad de dicha batalla, desgranando la motivación y la causalidad que impulsa a los personajes: La lealtad hacia su señor de los samuráis que escoltan al futuro Shogun enfrentada a la necesidad de detener a un tirano sanguinario y atroz a cualquier precio. Es aquí donde tiene lugar la escena más perturbadora de la película, la única donde los críticos a Miike encontraran al director excesivo e hyperbolico de sus obras más polémicas. Es la escena donde la joven mutilada por el caudillo escribe la que a la postre será la sentencia de muerte del mismo: “Masacre Total”
La Segunda parte del film, se centra en la batalla de los 13 guerreros contra los hombres del Shogun, en un pueblo convertido en un laberinto plagado de trampas donde pocos se enfrentan a muchos. La batalla dura casi 40 minutos y constituye no solo la mejor escena de un combate a espada que quizás se haya rodado nunca sino que: meticulosamente planificada, coreografiada, filmada y montada es una lección magistral de cine durante la que es imposible apartar la vista de la pantalla.
Si alguna pega hay que poner al conjunto, es la compleja y en ocasiones difícil de seguir presentación de los personajes, o algunos detalles que no están a la altura del resto del film: Por ejemplo el personaje del cazador, el único de los 13 que no es samurái, es a veces forzadamente cómico. Ciertas situaciones, además, son resueltas de una manera confusa y uno desearía que ciertos personajes hubieran sido más explotados.
De todos modos, son estas cuestiones meramente subjetivas y puntuales, que bien puede ser debidas a la mutilacion que ha sufrido la version internacional del film (nada menos que 20 minutos de película han sido retirados del metraje) que con la película en sí.