Excelente comedia "a la francesa", donde todo tiene su sentido coral y cada detalle tiene un papel importante. La música, por ejemplo, tiene un papel deliciosamente divertido en situaciones que tomadas en serio, son un verdadero drama. Personas aparentemente distantes y diferentes, aprenden sin embargo a convivir, a entenderse y amarse. Un diálogo profundo que acaba con los estereotipos y que nos da una visión enriquecedora de la diversidad, si sabemos realmente ser honestos y abiertos a la comunicación. Sin duda, si la sociedad ha sido capaz de avanzar, es porque en algún momento ha sabido abrirse y empatizar con "el otro", creando así algo nuevo y mejor. El final, a juego con la película, nos deja un sin fin de posibilidades que nuestra imaginación intuye, porque ha comprendido la relación profunda entre cada uno de los personajes. Extraordinaria, divertida y a la vez profunda, en una sociedad cada vez más superficial y etiquetada que no sabe siquiera dialogar. ¿O estamos todavía a tiempo?