La primera vez que vi la película de el templo maldito me gustó tanto que al instante, me hice fan de Indiana Jones.

Las películas del Arca Perdida y la de la Última Cruzada son para mi excelentes y nunca pasarán de moda; no como ocurre con otras películas que cuando las veo ahora, no me gustan tanto como entonces.

Si bien, tengo que decir que la cuarta película, la de la calavera de cristal, no me gustó; no parecía Indiana Jones, demasiado forzado meter al hijo y... lo de los extraterrestres, sin comentarios.

Ahora esta quinta sí me recuerda a las tres primeras, en los primeros minutos sí vuelves a ver al Indiana de los ochenta; película con mucha aventura y acción que hacen que se pase rapidísima. En esta nueva aventura Indiana Jones se enfrentará a Mads Mikkelsen para encontrar la Anticitera de Arquímedes, que además de establecer las posiciones de los astros y eclipses, podría prever las fisuras en el tiempo, es decir portales temporales. Una curiosidad es que su nombre proviene de la isla griega donde se encontró

Harrison Ford es el Indiana Jones perfecto y nunca nadie lo podrá suplantar y si lo hacen, las comparaciones serán odiosas.

La única pega de la película, es ver como Indiana envejece( aunque su mirada siempre es la misma). El hecho de ver que también pasan los años por él, me pone triste pero aún así la película merece la pena .