No la vean pensando que es el alegato definitivo contra la guerra. Se trata de entretener al personal, y yo creo que lo consigue. También da tiempo a reflexionar un poco sobre los organismos internacionales y el politiqueo que los mueve.

Es cierto que hay algunas incoherencias, y eso baja el nivel de la película. Las escenas que me parecen más disparatadas son ésa en la que el protagonista cae por una rampa mientras le dispara el francotirador (si eso le pasa realmente a alguien no hace falta que le disparen para que muera) y la de las minas en la fábrica.
Pero, superados estos defectillos y teniendo en cuenta que Tarantino se pasa la verosimilitud por el forro de los cojones y consigue buenas críticas, queda un espectáculo trepidante y tensión muy lograda en algunos momentos (la escena de la fosa común, la del reconocimiento durante el cual es derribado el avión...)

La recomiendo para pasar un muy buen rato, pero no como buena película bélica (o antibélica).