Después del clásico (incomprendido por muchos) que se hizo en 1994, apareció casi una década después algo absolutamente infumable. Siempre se supo que podía haber una segunda parte, pero nunca algo así.
Un guión decadente, unas actuaciones para llorar y una dirección pésima. Ningun gag a destacar en hora y media. No merece estirar más la crítica, ya que una película de la que no te esperas nada (solo esperas un par de escenas graciosas) encima te lleves una decepción es algo lamentable. En fin, solamente decir que Harry y LLoyd no merecían conocerse de esta manera...