Es una película con un gran reparto, quién me logró entretener a lo largo del filme, por lo que, en mi opinión, ellos se convirtieron en los dueños de la producción, sin dejar de lado al famoso director Quentin Tarantino. En mi caso, mi primera impresión de la ficha filmográfica concordó con mis sentimientos a lo largo de la película, la actuación del reparto me entretuvo, el suspenso presente en algunas escenas hizo que quisiera investigar más sobre la historia y sobre sus repercusiones en la cultura popular estadounidense.

El discurso de la película es convincente, la preocupación de los actores por ser olvidados refleja una realidad en la que se sumerge el mundo de las artes, la influencia de los rumores en la industria y la glorificación de las figuras artísticas. Conocí sobre los sentimientos de los actores, de su situación de declive y como la afrontan, también parte de la historia de la familia Manson y sus repercusiones al contexto histórico de Estados Unidos desde la narrativa de Tarantino como la situación real.

Considero que el director buscaba reflejar los extremos a partir del protagonista y Sharon Tate, esos actores que estaban en la cima del éxito mientras él cada vez tenía menos relevancia para el público, la tranquilidad con la que vivía Sharon mientras en él solo existía preocupación y enojo. En cuanto al trabajo de los guionistas desde el principio algo estaba claro, la historia trataría los asesinatos de la familia Manson, esta idea fue evolucionando, manteniendo encerrada bajo caja fuerte todo avance que pudiera representar un spoiler de la trama por lo que no existe mucha información al respecto, lo que creo también se ve representado en la producción, conocemos a Sharon Tate y sabemos que pasará algo, lo que nos hace mantenernos al tanto de qué pasará y de qué forma.